Pepo Salazar realiza instalaciones, esculturas de gran formato, vídeos y objetos en los que quedan claramente patentes sus ideas estéticas e ideológicas y su interés por el punk y los movimientos utópicos de la vanguardia artística. El juego con las palabras, con su significado y su manipulación, es también una constante en la obra de Salazar, así como la tergiversación y la desvirtuación de mensajes para otorgar nuevos sentidos al lenguaje artístico. Sus trabajos han formado parte de muestras individuales y colectivas a nivel nacional e internacional, en centros como el Palais de Tokyo de París, el Museo TRAFO de Singapur, el MUSAC, el Guggenheim de Bilbao o la Fundació Tàpies de Barcelona. Es también habitual de galerías como la Upstream Gallery de Nueva York o las españolas Luis Adelantado y Oliva Arauna.