Sus obras se desarrollan en un territorio de frontera entre distintas disciplinas: las artes plásticas, el diseño y la dirección artística. Dentro de estos dos últimos campos ha realizado trabajos para firmas como Kenzo o Parfums Givenchy.
En sus inicios realiza esculturas de influencia étnica en hierro, piedra y madera. En la segunda mitad de los noventa, su trayectoria da un brusco giro y se orienta más decididamente hacia lo contemporáneo. En esta nueva etapa abandona los materiales tradicionales e incorpora otros más sofisticados -tela de paracaídas, bastidores elásticos…- hasta llegar a crear sus obras hinchables, en las que acopla un microventilador a una tela de alta tecnología que infla y desinfla rítmicamente la pieza como si se tratara de un objeto vivo. Algunas de sus creaciones evocan almohadas, camillas o camas que invitan a reflexionar sobre cuestiones como el sueño, la respiración o la enfermedad, y en general sobre el equilibrio precario y misterioso que gobierna el funcionamiento biológico. Ha protagonizado, entre otras, las siguientes exposiciones: Galería Fred Lanzenbarg, Bruselas (1990); Museo Nacional de Arte Moderno da Bahía, Salvador de Bahía, Brasil (1996); Project Room, Arco 98, Madrid (1998). Ha participado en muestras colectivas en el Centro Georges Pompidou, París (1990) o en la Bienal de Venecia (1993).