Es el mayor escultor del manierismo junto con Cellini y Miguel Ángel. Se forma primero en Flandes con Jacques Dubroeucq, pero en 1550 marcha a Italia para estudiar el arte de los clásicos. Pasa dos años en Roma, y a su regreso se detiene en Florencia donde residirá el resto de su vida. Allí realiza una serie de grupos en mármol un ejemplo es el El rapto de una sabina- en los que el lenguaje artificioso y alambicado del manierismo alcanza una de sus cotas más altas. También lleva a cabo muchas obras por encargo de los Médicis, entre ellas la estatua ecuestre de Cosimo I, la primera de este género que se hace en Florencia, y que sienta un modelo que seguirán otros escultores europeos. Para los Medici realiza asimismo la escultura colosal de los montes Apeninos que adorna el jardín de la familia en Pratolino. Este gigante de piedra que contempla su reflejo en el agua y se funde magistralmente con el paisaje, es uno claro exponente del espíritu del jardín manierista. Sin embargo, la obra que le da más fama es la Fuente de Neptuno de Bolonia, obra delicada que hace vaciar en aluminio, material entonces muy novedoso. También tiene figuras de pequeño tamaño que realiza en bronce con gran virtuosismo y que por su carácter portátil son muy difundidas.