En su obra se distinguen tres periodos; el primero transcurre en Roma y sólo se conservan algunas medallas y monedas, así como las improntas de dos grandes sellos. El segundo está marcado por su estancia en Francia al servicio de Francisco I y como muestra de su obra, conservamos el Salero de Francisco I (1540), Museo de Historia del Arte, Viena, el más importante ejemplo de la orfebrería italiana del manierismo. La tercera etapa transcurre en Florencia al servicio de Cosimo I de Medici y realiza entonces esculturas de gran formato como su Perseo (1554), Loggia dei Lanzi, Florencia, considerada su obra maestra. Sus calidades algo duras muestran como la exquisita precisión de su técnica de orfebre, no se adecua fácilmente a la escultura de mayor escala