Nueva luz sobre Corrado Giaquinto

Francisco Calvo Serraller

Con la magnifica exposición “Giaquinto y España” que se presenta en el Palacio Real de Madrid, se recupera la trascendencia que tuvo Corrado Giaquinto (Molfetta, Apulia, 1703 – Nápoles 1765) para el arte y la cultura de la primera mitad del S.

“Corrado Giaquinto y España”
Del 4 de abril al 25 de junio de 2006

Palacio Real de Madrid
Exposición organizada por Patrimonio Nacional con la colaboración de la Fundación Santander Central Hispano

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XVIII, no sólo por ser una de las primeras figuras que transita del naturalismo al rococó, participando de la gestación y desarrollo de este estilo en Europa, sino porque relanzó con gran vigor la tradición del barroco decorativo italiano, ajustándolo a la nueva suntuosidad y fantasía. Además, el interés hacia Giaquinto es crucial para comprender la evolución de la pintura en nuestro país, por la fuerte implicación napolitana que le imprimió a ésta y por la profunda huella que dejó en sus colegas españoles, entre los que cabe mencionar a los González Velázquez, José del Castillo, Salvador Maella y el primer Goya.

Corrado Giaquinto. Eneas e la Sibilla, 1739-41 La exposición aborda el versátil repertorio pictórico del artista, quien decoró bóvedas -participó incluso en la decoración de los Sitios Reales-, pintó retratos, paisajes, cartones para tapices y maravillosos bocetos de una gran calidad y ligereza. Todos estos méritos quedan sobradamente reflejados en esta cita, a lo que cabría añadir el mérito de resistirse a la moda francesa moralizadora que importó en Italia Benefial; lo cual le otorga un protagonismo en la polémica artística del momento.

Corrado Giaquinto. Nativitá della Vergine, 1732

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