Zilla Leutenegger, cuando se va la luz

Peter Kilchmann expone sus monotipos

Zurich,
Zilla Leutenegger. Lights out
Zilla Leutenegger. Lights out

Dice Zilla Leutenegger que, cuando pasea de noche por su apartamento, siente una profunda sensación de paz, quizá por alejarse de la luz y el brillo que se nos imponen durante el día. Esta artista suiza se ha fijado en cómo los ecos de luz suave del exterior penetran en los espacios de su casa durante la noche y en la imagen, distinta a la diurna, que confieren a los muebles.

A esos instantes donde luz y oscuridad dialogan en un ambiente de silencio ha dedicado Leutenegger sus últimos monotipos, que la Galerie Peter Kilchmann muestra hasta mayo en su espacio de proyectos.

Esta autora ha realizado hasta la fecha, fundamentalmente, dibujos e instalaciones; el del monotipo es para ella un terreno de descubrimiento en el que se introdujo en el otoño del año pasado invitada por el Bündner Kunstmuseum Chur, que le propuso inaugurar la ampliación del museo con una nueva serie de piezas en esta técnica. Allí presentó Tintarella di luna, un selecto conjunto de interiores de grandes dimensiones y colores oscuros, rasgos que no niegan, sino que potencian, su valor poético y también sus atmósferas silenciosas.

Para su actual muestra en Peter Kilchmann ha desarrollado más aquella serie y nos presenta catorce obras de gran formato impresas manualmente sobre papel de algodón. Ha buscado Zilla que en ellas percibamos la sutilidad de las luces nocturnas frente a la obviedad de las diurnas y las visiones deliciosas que a veces nos perdemos por dormir: percepciones casi táctiles, que evocan terciopelos en azul oscuro.

Si existe un protagonista en los monotipos de Leutenegger, ese es el espacio, transformado por la oscuridad en entorno íntimo y casi místico

En estos monotipos habitan sombras más y menos claras y sonámbulos a la deriva, interaccionan superficies como de día no lo hacen y la luna traspasa las ventanas en forma de trapecio luminoso haciendo resplandecer camas y sillas.

Zilla Leutenegger. Lights out
Zilla Leutenegger. Lights out

Las líneas dinámicas presentes en otras obras de la suiza han dado paso aquí a superficies oscuras sosegadas interrumpidas por acentos de color. Los contornos afilados de los ángulos y los bordes puntiagudos se suavizan a través de los negros y lo que, bajo una iluminación plena, percibimos como simples detalles, cobran en estos nocturnos todo el protagonismo: las esquinas de las ventanas, los matices cromáticos de los muebles blancos.

Si existe un protagonista en los monotipos de Leutenegger, ese es el espacio, transformado por la oscuridad en entorno íntimo y casi místico. Las líneas compositivas sencillas permiten explorar su arquitectura a la luz de la luna y la soledad en que la artista los representa les dota de carácter.

Zilla Leutenegger. Lights out
Zilla Leutenegger. Lights out

Leutenegger nos convierte en observadores involuntarios de escenarios privados: sus habitaciones no están completamente vacías; sugiere una presencia femenina, la del alter ego de la artista, una falda plisada. Y ese alter ego es también presencia implícita y casi fantasmal entre las paredes altas y oscuras, los pasillos profundos y los suelos quizá fríos.

 

Zilla Leutenegger. “Lights out”

GALERIE PETER KILCHMANN

Zahnradstrasse 21

CH-8005 Zurich

Del 7 de abril al 27 de mayo de 2017

 

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