The Host and the Cloud: tres días de performance, dos horas de proyección

Se presenta en el MACBA el filme de Pierre Huygue

The Host and the Cloud

MUSEU D’ART CONTEMPORANI DE BARCELONA. MACBA

Pza. dels Angels, 1

Barcelona

Artista: Huyghe, Pierre
Barcelona,

Seductor, experimental y muy difícil de clasificar: así es The Host and the Cloud, filme de Pierre Huygue que ayer se estrenó en el Museu d´ Art Contemporani de Barcelona y que cuestiona, como buena parte de la obra de este artista parisino, las fronteras entre lo teatral y lo verosímil.

Rodada entre 2009 y 2010 durante una performance desarrollada en tres días festivos (el Día de los Muertos, San Valentín y el 1 de Mayo), la película narra las peripecias de diversos conservadores e investigadores reunidos en el monumental edificio abandonado de un museo francés ya cerrado, el Musée National des Arts et Traditions Populaires. En la obra de Huygue, este centro vacío se transforma en una suerte de universo onírico poblado por personajes imaginarios y reales enmascarados que participan en un juicio, una coronación y un desfile. Se trata de rituales de distinto cariz que el creador galo utiliza para cartografíar la sociedad y proponernos una reflexión más amplia sobre los rituales sociales de producción y representación de la vida. Esos rituales se van produciendo de manera aparentemente accidental e inconexa, e incluso pueden tener lugar simultáneamente: son situaciones en vivo a las que el grupo de personas seleccionado para participar en el proyecto se ve expuesto sin previo aviso ni lógica narrativa alguna.

En realidad, The Host and the Cloud está integrado en un proceso de investigación que va más allá del propio filme y nos sumerge en dialécticas oníricas.  Podemos comparar su contemplación con una experiencia psicodélica, en cuanto que se ha renunciado a cualquier orden espacio-temporal, y al propio vídeo con una obra de arte total.

Huyghe se ha servido de varios biotopos culturales (del acuario al museo) para plantear un relato que contiene ingredientes próximos a la farsa, el exorcismo y la política-ficción, la acción teatralizada y la improvisación. Así, esta película cuestiona nuestros protocolos de producción de significado, descontextualizando y repitiendo las ceremonias sociales que supuestamente los legitiman y perpetúan.

El francés convierte aquí el mito en una imagen para la industria cultural y el museo en una feria en la que nada se hace salvo consumirse mitos.

En definitiva, podemos entender la obra, de dos horas de duración y propiedad de la Galería Marian Goodman, como una recopilación del imaginario (películas, imágenes, sonidos, sentimientos) de la sociedad tradicional francesa y occidental y de las fantasmagorías que obsesionan a su autor. Se hace inevitable recordar a David Lynch, no sólo por la presencia de la banda sonora de Mullholand Drive, también por el gusto de Huygue por la parapsicología, la referencia a varios estratos de la realidad, la hipnosis y las tonalidades sensuales de presencia vaporosa.

La pieza se proyectará en el MACBA hasta el 12 de mayo en el que supone su estreno en España. Quizá nos encontremos ante una síntesis del trabajo de Huygue hasta la fecha y ante un anticipo de lo que vendrá.

 

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