Teixidor y la coherencia

La Galería Nieves Fernández muestra una selección de pinturas del valenciano

Jordi Teixidor-Pinturas

GALERÍA NIEVES FERNÁNDEZ

C/ Montesquinza, 25 Bajo dcha

Madrid

Artista: Teixidor, Jordi
Madrid,

Jordi Teixidor-Pinturas La Galería madrileña Nieves Fernández abre hoy una muestra monográfica dedicada a uno de los mayores representantes de nuestra pintura abstracta, Jordi Teixidor, artista valenciano de obra depurada y coherente, poco amante de la unión de lo lúdico y lo creativo y del trabajo fácil. Tomó esta vía en 1959, cuando, como él mismo comentó con motivo de su ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 2002, te suspendían si eras abstracto.

En más de una ocasión ha confesado aspirar a la austeridad y al vacío, en parte para evitar conducir al espectador de sus trabajos a interpretaciones erróneas. La variedad cromática ha ido reduciéndose paulatinamente en su producción con el fin de hacer desaparecer de ella cualquier emoción fácil de captar por la sensibilidad del público y, muy al contrario, posibilitar que emerjan otra clase de emociones derivadas de la razón y la reflexión. Este artista diferencia el entretenimiento de la experiencia estética, que implica el diálogo reflexivo de obra y espectador, la generación de inquietudes, deseos, pensamientos y transformaciones.

En ocasiones ha partido en sus cuadros de soportes de plástico sobre los que llega a imprimir transparencias de fotografías de los periódicos, siempre cuidando que no quede en las piezas retazo alguno de figuración.

En definitiva, Teixidor busca que en sus pinturas resalte más lo ausente que lo presente e incorpora en ellas referencias al silencio y resonancias trascendentales, espirituales. Como también afirmó en 2002, el artista, además de lo que no se ve, intenta crear aquello que le gustaría que existiese, hacer realidad lo que no es… La abstracción nos permite un conocimiento distinto de la realidad, una nueva manera de entenderla.

Jordi Teixidor-PinturasHa tomado del Expresionismo abstracto de Rothko, Ad Reinhardt y Barnett Newman el empleo de líneas verticales que contribuyen a esa vocación de elevación intelectual y su monocromía potencia la profundidad del vacío que da el espacio desconocido, especialmente cuando se trata pinturas negras: las más recientes, algunas presentes en Nieves Fernández, aparecen enmarcadas, que no con marco. Teixidor emplea formatos alargados con bandas a modo de dintel para limitar espacios vacíos de color. De este modo, la forma tan matisssiana de la ventana, siempre presente en la obra del valenciano, se convierte esta vez también en puerta, en alusión a un espacio que hay que recorrer, pero que primero es necesario atravesar.

Por último, la utilización de rojos o amarillos supone la contraposición al negro y en los formatos y los encuadres encontramos una clara evocación de iconos o retablos. Teixidor resulta exigente en la factura y exigente en la contemplación.

 

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