El Tàpies de 2019

La Galería Mayoral recuerda su evolución y analiza su vigencia hoy

Barcelona,

Nos acercamos (será en 2023) al centenario del nacimiento de Antoni Tàpies y quizá sea oportuno plantearnos, siete años después de su muerte y también sumido en un cierto olvido en lo que a muestras individuales se refiere, las lecturas e interpretaciones que hoy pueden extraerse de su obra y los caminos más adecuados para acercarla a las nuevas generaciones. Con esa intención, la de subrayar el cariz atemporal de su producción e invitarnos a repensarla, atendiendo a su raíz informalista pero también a su vertiente más personal, la Galería Mayoral de Barcelona nos presenta al público hasta abril “Tàpies hoy”.

Arnau Puig, quien fuera amigo del artista y estudioso de su obra desde los comienzos de Dau al Set, es el comisario de una muestra de la que solo forman parte doce pinturas de formato medio y grande, una selección tan breve como representativa de la evolución del pintor a lo largo de su carrera: desde finales de los años cincuenta hasta poco antes de su fallecimiento. El comisario las concibe en su conjunto como un clamor, como una expresión de emociones sin filtros que, sin embargo, era fruto del trabajo íntimo y casi alquímico con los materiales. Los empleaba Tàpies cotidianos y pobres, en línea con el intimismo informalista, pero conjugaba su carácter terreno, evocador de lo funcional, con símbolos alusivos a conceptos espirituales de las culturas oriental y occidental y también con signos gestuales que, quizá hoy con más fuerza que antes, nos hacen pensar en los graffitis y en los lenguajes urbanos que ya sedujeron a Dubuffet.

Chamán de la materia, el artista introducía así reflexiones filosóficas, existenciales, en obras que partían del manejo de objetos encontrados. Sus primeros trabajos nacieron claramente, en fondo y forma, de su entorno inmediato y en ellos manejaba estéticas y conceptos que, en buena medida, repitió después: era frecuente que representara una misma imagen de distintas maneras, superponiendo en ellas varios significados y llamando una y otra vez nuestra atención sobre las muchas posibilidades expresivas de lo, a priori, bajo y repulsivo.

También en muchos momentos de su carrera, pero sobre todo en los sesenta y setenta, sus obras se hicieron permeables a los acontecimientos políticos: en esa etapa concedió a sus piezas un mayor carácter reivindicativo, convirtiendo trazos, colores y materiales en elementos para la denuncia. Tras la Transición, en los ochenta, sus primeras preocupaciones devinieron, de nuevo, formales: investigó minuciosamente las posibilidades de la tela como soporte y llevó a cabo piezas con goma-espuma o sirviéndose de la técnica del aerosol y de barnices. De entonces datan la mayoría de sus objetos y esculturas de tierra chamoteada o de bronce.

Tras esa experimentación y el auge de su compromiso político, ya al final de su vida, regresó a la obra de Tàpies, ocupando un primer plano, su atención a la espiritualidad, al misticismo oriental y a la filosofía: se preocupó sobre todo de la deriva de las relaciones entre la sociedad y la naturaleza y de la raigambre vital del dolor, en un sentido físico y espiritual: atendiendo al pensamiento budista, lo entendía tan ligado intrínsicamente a la existencia como la muerte.

Por su hondo trabajo matérico y por su carácter de amalgamas de gestos, la docena de obras que se exhiben ahora en la Galería Mayoral pueden entenderse más como objetos que como pinturas. Entre las más tempranas, de un marcado carácter simbólico y plenamente informalistas, encontramos Materia negra sobre saco (1960), y de una etapa más madura, tras una mayor profundización en el assamblage, datan Periódicos amontonados (1969) y Ocre con seis collages (1973), que enlazan por esa proyección hacia lo objetual con Silla y maderas (2002).

En representación de su producción más próxima a la filosofía, al humanismo y la espiritualidad oriental, forma parte de esta muestra Agujeros y clavos sobre blanco, que por su reivindicación de la emoción y por albergar la huella del compromiso ciudadano de Tàpies podría ser una de las obras que con más fuerza interpelen a los nuevos espectadores.

Del catálogo de la exposición forman parte nuevas lecturas de algunas de estas piezas a cargo de Laura Copelin y Elise Lammer y entrevistas a los cuatro directores que hasta ahora han estado al frente de la Fundació Tàpies: Manuel Borja-Villel, Nuria Enguita, Laurence Rassel y Carles Guerra.

La Galería Mayoral ha anunciado, además, que a la próxima edición de TEFAF Maastricht llevará, coincidiendo con esta muestra, su Oval gris-morado de 1958.

"Tàpies hoy" en la Galería Mayoral
“Tàpies hoy” en la Galería Mayoral
"Tàpies hoy" en la Galería Mayoral
“Tàpies hoy” en la Galería Mayoral

 

“Tàpies hoy”

GALERÍA MAYORAL

Consell de Cent, 286

Barcelona

Del 17 de enero al 13 de abril de 2019

 

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