Tàpies, Chillida y la tierra chamota

Chillida Leku ha comenzado este mes una línea expositiva centrada en el desarrollo de un programa dedicado a artistas invitados conectados al universo del escultor vasco. La primera de sus muestras es “Tàpies en Zabalaga”, que ocupa completamente el piso superior del caserío Zabalaga y puede visitarse hasta enero de 2022.

Consta de obras de pequeño y gran formato, sobre todo esculturas, fechadas en los ochenta y noventa; se establece un diálogo directo entre ellas y las de Chillida, que se exponen en la planta baja, y con el propio caserío Zabalaga, restaurado por el artista donostiarra. Han colaborado en el proyecto la Fundación Antoni Tàpies y la familia del artista catalán, así como colecciones privadas, como la de Iberdrola, que ha prestado Ocho cruces (1981) y Huellas de hoja (1982).

Según Mireia Massagué, directora de Chillida Leku, esta exposición hunde sus raíces en los principios comunes que guiaron la vida y la práctica artística de ambos autores.

Las conexiones en las trayectorias vitales de Chillida y Tàpies son mayores de lo que parecen; en ellas y también en sus conocidas diferencias se fija la exposición. El material con el que están realizadas muchas de las esculturas que la integran es la tierra chamota, que actúa como nexo de unión entre ambos creadores; fue en 1981 cuando el barcelonés comenzó a experimentar con las posibilidades de esa técnica en el taller del ceramista Hans Spinner. En aquella época recibió varias invitaciones para trabajar en el taller del galerista Aimé Maeght en Saint-Paul- de-Vence (Francia) y Eduardo Chillida, que había descubierto ese mismo material en aquellos hornos, insistió a su amigo para que aceptara la propuesta y se animara a trabajar con esa materia.

De la mano de estos paralelismos, la relación entre Tàpies y Chillida se consolidó igualmente en el plano teórico: en su trato con el barro y su voluntad de trascenderlo como pasarela hacia la espiritualidad, en la influencia de la filosofía y la poesía en su producción o en el interés por el espiritualismo oriental. Los dos abordaron desde un enfoque humanista su trabajo e incidieron en la capacidad transformadora del arte.

Algunas de las piezas expuestas pueden verse por primera vez fuera de la Fundación Antoni Tàpies y casi todas subrayan el lenguaje propio de este artista y la riqueza de su repertorio iconográfico.

Tàpies en Zabalaga © Fundació Antoni Tàpies, Barcelona - Vegap. De la fotografia ©Alex Abril
Tàpies en Zabalaga © Fundació Antoni Tàpies, Barcelona – VEGAP. De la fotografia ©Alex Abril

Comentarios