Shunk-Kender, ¿desde dentro o desde fuera?

El MoMA dedica una muestra al dúo de fotógrafos

Art on Camera: Photographs by Shunk-Kender, 1960–1971

MoMA. THE MUSEUM OF MODERN ART

11 West 53 Street

Nueva York

Del 17 de mayo al 4 de octubre

Nurva York,
Shunk-Kender. El salto al vacío de Yves Klein, 1960
Shunk-Kender. El salto al vacío de Yves Klein, 1960

El salto al vacío (1960) es uno de los proyectos más conocidos del Yves Klein artista del espacio, pero no es tan sabido que los autores de este emblemático fotomontaje son Harry Shunk y János Kender, fotógrafo alemán el primero, y húngaro el segundo, que trabajaron juntos bajo el nombre de Shunk-Kender entre finales de la década de los cincuenta y principios de los setenta, primero en París (donde llevaron a cabo este Salto) y después en Nueva York.

Como dúo se centraron en fotografiar obras de arte, acciones o exposiciones fundamentales de los artistas de vanguardia que conocieron, creadores vinculados a movimientos tan diversos como el Nuevo Realismo o el Land Art. Su cercanía a sus proyectos les permitió tomar contacto, desde dentro, con una escena artística vibrante: retrataron también a algunas de sus grandes figuras y emprendieron con ellas proyectos de colaboración.

Su grado de implicación con los trabajos de estos autores variaba según los casos: a veces ejercían de documentalistas, fotografiando performances y happenings; en otras ocasiones, participaban estrechamente con otros artistas en la realización de obras de arte que sólo alcanzaban sentido al ser capturadas por la cámara.

Hasta el próximo 4 de octubre, el MoMA exhibe seiscientas imágenes de Shunk-Kender que han pasado a formar parte de su colección recientemente como parte de una importante donación de la Fundación Roy Lichtenstein a un consorcio internacional formado por cinco instituciones.

Participaban estrechamente con otros artistas en la realización de obras de arte que sólo alcanzaban sentido al ser capturadas por la cámara.

La muestra, comisariada por Lucy Gallun, lleva por título “Art on Camera: Photographs by Shunk-Kender, 1960–1971” y comienza precisamente con el célebre Salto al vacío de Klein en París para después examinar en detalle la labor de Shunk-Kender en Nueva York. Podremos ver imágenes documentales de las sorprendentes performances que Yayoi Kusama desarrollaba a finales de los sesenta y, sobre todo, una selección de imágenes pertenecientes a Pier 18 (1971), un proyecto concebido y organizado por el comisario independiente Willoughby Sharp para el que el alemán y el húngaro, ambos ya fallecidos, fotografiaron obras de 27 artistas.

Las imágenes resultantes capturan, en blanco y negro, la energía caótica, el lúdico ingenio y los procesos dominantes en las performances de la época y también en piezas de arte conceptual.

John Baldessari. Hands Framing New York Harbor. Pier 18, 1971
John Baldessari. Hands Framing New York Harbor. Pier 18, 1971

Los expertos consideran Pier 18 una propuesta única en la que prácticas artísticas muy diferentes entre sí concedieron a espacios ruinosos, de forma efímera eso sí, nuevas funciones, apoyándose para ello en la fotografía.

Willoughby Sharp encargó a veintisiete artistas el desarrollo de una obra en un muelle cercano al lugar donde en  ese momento se alzaban unas Torres Gemelas aún en construcción, el “Muelle 18”, calificado por el comisario como “un lugar perfecto, totalmente desvinculado de la creación artística y abierto a una gran variedad de trabajos”.

Se encargó la documentación de todos los proyectos a  Shunk y János Kender, y, además, la respuesta de la mayoría  de los artistas a la invitación de Sharp quedó documentada por escrito en imprecisas instrucciones en las que revelaban su intención de que la fotografía fuera algo más que mera documentación: Richard Serra creó para la ocasión un marco trapezoidal cuya posición se adaptaba al objetivo de la cámara  para conseguir una imagen cuadrada; Dan Graham utilizó su cuerpo como trípode; John Baldessari encuadró con sus manos un barco atracado en el puerto cercano, desafiando la profundidad de campo de la cámara y Mario Merz, ausente, dejó caer toda la responsabilidad de su proyecto sobre los fotógrafos con estas palabras: “20 fotos variadas de ese lugar [Pier 18] a gusto de los fotógrafos. Pero que el lugar quede bien glosado”.

El resultado: las fotografías de Pier 18 documentan acciones puntuales pero simultáneamente co-escriben las ideas que suponen el fundamento de las propuestas de los artistas participantes: cómo se percibe, vive, usa y representa el espacio. ¿Documentación o creación, entonces?

Podemos decir que la fotografía de Shunk-Kender protagoniza el proyecto y funciona como “índice”, indicando y registrando la existencia de algo que ya no está: obras artísticas efímeras y construcciones a punto de desaparecer.

 

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