Para Sally Mann el legado de Cy Twombly no es un archivo muerto que recordar, sino un arte vivo que celebrar y del que nutrirse, por eso, tras su paso por la Gagosian neoyorquina, presenta ahora en la sede de esta galería en París “Remembered Light”, una recopilación de imágenes en color y blanco y negro que tomó entre 1999 y 2012 registrando, en fugaces impresiones, el que fue hábitat de trabajo del pintor, quien fue su mentor y amigo muy cercano.
Para esta presentación francesa, la muestra ha adquirido un carácter más íntimo y también ha incorporado obras no presentes en Nueva York.
Conocemos a Mann fundamentalmente a partir de sus imágenes de temas personales y familiares y atmósfera inquietante; sus escenas infantiles, cotidianas y de paisajes tienen algo de vanitas, de evocación de nuestra fragilidad. Si en sus anteriores proyectos ha explorado las relaciones paternofiliales o amorosas y los nexos entre historia y naturaleza, en el que ahora podemos contemplar en París decidió sumergirnos en el misterio de los espacios donde Twombly trabajó.
Ambos eran nativos de Virginia, y el paisaje de aquella región fue el lazo que unió tanto sus personalidades como su imaginario
Ambos eran nativos de Virginia, y el paisaje de aquella región fue el lazo que unió tanto sus personalidades como su imaginario. Así lo documentó Sally en su reciente libro de memorias Hold Still, donde recordaba el carácter sencillo del artista estadounidense, su cortesía sureña, su gentileza y su ironía.
Bajo la mirada de Mann y la luz cálida de Virginia, las acumulaciones de objetos ordinarios presentes en el estudio del pintor revelan no solo su rica imaginación asociativa, también la importancia que concedió a la tactilidad y al no seguimiento de caminos estrictos a la hora de crear; rechazaba los modus operandi definidos, el orden como traba.
Incluso sin la presencia real del artista, Mann es capaz de evocar vívidamente en estas imágenes sus huellas evidentes en el espacio donde vivió y trabajó, la quietud que necesitó para crear, la importancia que concedió a los fragmentos, su ojo singular para captar lo inmediato e íntimo, para registrar interioridades.
La fotógrafa, que continúa, por cierto, residiendo en Virginia, presentará desde marzo de 2018 una retrospectiva de su trabajo en la National Gallery de Washington. Será itinerante: viajará posteriormente al Peabody Essex Museum de Salem, el Getty Museum de Los Ángeles, el MFA de Houston y el Jeu de Paume.
Para completar la visita a esta muestra, podéis acercaros a la que todavía brinda a Cy Twombly el Pompidou, abierta hasta el 24 de abril.
Sally Mann. Remembered Light: Cy Twombly in Lexington
4 rue de Ponthieu
75008 París
Del 25 de enero al 25 de marzo de 2017
