¡Rusia!

Francisco Calvo Serraller

La única manera de acercarse a través de una exposición al arte ruso, quizás necesita los signos de exclamación que acompañan al título de la muestra del Museo Guggenheim, por la ambición histórica que lo ilustra con un recorrido extenuante por más de 300 obras.

“¡Rusia!”
Museo Guggenheim, Bilbao
Del 29 de marzo al 3 de septiembre de 2006
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El contenido general de la exposición pretende demostrar cómo el arte ha sido el vehículo de expresión fundamental de la convergencia social del pueblo ruso y por ello la muestra, que arranca con ejemplos de iconos del siglo XII, se centra en el amplio material artístico de la época contemporánea, es decir, desde finales del siglo XVIII y, cada vez en mayor medida, en el agitado periodo en el que se plasmó esa identidad rusa, durante los siglos XIX y XX.

Alexander Deineka (1899-1969).
La presencia de hasta 70 piezas, básicamente iconos, nos proporciona un campo de atención para comprender la singularidad de una tradición religiosa oriental de raíz ortodoxa y la importancia del icono, cuyo espíritu está reproducido en muchas de las estructuras narrativas del arte ruso. A partir de ese imprescindible trasfondo mítico, se inicia un recorrido por las imágenes en las que se plasma su actualización moderna, todas las cuales se adscriben a las corrientes culturales convergentes, que polemizan entre sí, de “los eslavofilios, los occidentalizados y los populistas… todos empeñados en hacernos comprender la auténtica alma rusa. Una exposición esencial que nos presenta sin desmayo cómo la idiosincrasia rusa se fraguó a partir de los mitos culturales del siglo XIX , siendo el hilo conductor principal la literatura y las artes.

Andrei Riabushkin (1861-1904). A Merchant Family in the Seventeenth Century, 1896. © State Russian Museum, St. Petersburg

Kazimir Malevich (1878-1935). Black Square, ca. 1930. © State Hermitage Museum, St. Petersburg

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