Rodney Graham hecho ficción

El IMMA dublinés repasa su obra desde los noventa

Dublín,

El pasado noviembre Dublín celebró la tercera edición de su Gallery Weekend, al que se sumaron cuarenta salas, y coincidiendo con esa cita el Irish Museum of Modern Art abrió al público “That´s not me”, una retrospectiva del trabajo de Rodney Graham desde mediados de los noventa hasta hoy. Es la primera muestra importante en Irlanda del trabajo de este artista, que vive y trabaja en Vancouver, ciudad que presta su nombre a la Escuela de Fotografía Postconceptual de la que le consideramos miembro junto a Jeff Wall, Roy Arden, Vikky Alexander o Stan Douglas (a este último sí le dedicó una exposición el IMMA hace tres años).

En lo formal, predominan en los trabajos de esta escuela los formatos grandes y la atención al detalle, derivada de una preparación lenta y cuidada de las tomas, que solo aparentemente parecen espontáneas. En lo conceptual, representan momentos cotidianos artificialmente recreados, con evocaciones más o menos explícitas a la historia del arte.

Graham, que hace una década representó a Canadá en la Bienal de Venecia y cuenta con obra en las colecciones del MoMA, la Tate Modern o el Centre Pompidou, lleva cerca de cuarenta años, el doble de los rastreados en esta muestra de Dublín, adentrándose en lo que implica y lo que significa ser artista hoy desde una postura altamente imaginativa: comenzó, a mediados de los setenta, fotografiando la noche en los bosques –uno de sus motivos recurrentes– y desde entonces aboga por la experimentación y desafía géneros; saltó de la fotografía conceptual y la instalación al cine, la música, la pintura o la performance, dejándose influir sin ocultarlo por la literatura, la psicología, los juegos de palabras y por el legado de figuras de ámbitos culturales muy distintos, como Kurt Cobain (él mismo tiene una banda de rock), Lewis Carroll, Sigmund Freud o Raymond Roussel, cuyas ideas explora desde su personal sentido del humor.

La muestra del IMMA, “That´s not me”, está organizada en colaboración con el centro BALTIC de Gateshead y se centra en dos vertientes definidas de la producción reciente de Graham: sus cajas de luz y sus incursiones cinematográficas. Las primeras las construyó a una escala monumental presentando en ellas recreaciones de escenas propias del siglo XX con un grado de detalle y estilización que, en cierto modo, sublima los temas abordados. Por la minuciosidad de su preparación, se prestan a un examen minucioso por parte del espectador, que puede zambullirse en las imágenes que hay dentro de la imagen, los titulares de los periódicos, las señales que apuntan a un pasado en el que puede reconocerse.

Rodney Graham. The Gifted Amateur, Nov. 10th, 1962, 2007. Colección privada. Cortesía de Hauser & Wirth
Rodney Graham. The Gifted Amateur, Nov. 10th, 1962, 2007. Colección privada. Cortesía de Hauser & Wirth

Pero, quizá, el “detalle” más interesante de estas cajas de luz es el propio Rodney Graham, que se presenta en ellas asumiendo una gran variedad de roles en el marco de esos ambientes creados con precisión absoluta. Podemos considerarlos autorretratos peculiares, pero el artista no se nos muestra desde el verismo, sino convertido en personaje ficticio, por eso el título de la exposición.

Por ejemplo, en The Gifted Amateur, 10 de noviembre de 1962, una caja de luz de 2007, Graham se transforma en un artista aficionado que trabaja en pijama creando obras abstractas en un interior de aire nórdico, buscando así, por un lado, socavar mitos populares en torno al ego de los artistas contemporáneos y resaltar que las identidades artísticas pueden ser construidas y, por otro, ofrecer su personal y cálido homenaje a los creadores amateurs. Además, rizando el rizo, Graham ha llegado a exponer pinturas del estilo de la que aquí aparece pintando, difuminando así las distancias entre lo inventado y lo real.

En cuanto a su producción fílmica, en el IMMA podemos ver cuatro trabajos fundamentales realizados entre 1994 y 2010: Halcion Sleep (1994), Torqued Chandelier Release (2005), The Green Cinematograph (2010) y Rheinmetall/Victoria8 (2003), que hablan del afán experimental del canadiense y de su interés por el cine mudo y por los antiguos modos de producción, como las películas de 16 mm y 35 mm.

En otras habla de su fascinación por lo musical, tal que él mismo ha llegado a componer: en la proyección de diapositivas Aberdeen (2000), dedicada a Nirvana –Cobain nació en esa ciudad próxima a la frontera entre Canadá y Estados Unidos– incorporó una banda sonora compuesta por él mismo con ciertos ecos de Pink Floyd.

 

Rodney Graham. “That´s not me”

IRISH MUSEUM OF MODERN ART. IMMA

Royal Hospital, Kilmainham

Dublín

Del 24 de noviembre de 2017 al 18 de febrero de 2018

 

 

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