Rinus van de Velde, autobiografía y ficción

Kunstmuseum Luzern dedica una monografía al artista belga

Lucerna,

Allá por 2013 conocíamos en España al joven creador belga Rinus van de Velde de la mano del CAC Málaga, que presentó una selección de trabajos cuyo tema centra era el mismo artista: escenas dibujadas, a carboncillo y a gran escala, que podíamos considerar reales o inventadas y que se completaban con textos en los que reflexionaba sobre la capacidad creativa y  sobre sus propias vivencias. Componían, unas y otros, una suerte de diario personal en el que explicaba este autor sus procesos en la elaboración de las obras o sus deseos en esta materia y transitaba continuamente entre lo real y lo que no lo era generando, intencionadamente, confusión en el espectador: no siempre resultaba fácil interpretar si sus imágenes remiten a momentos vitales o bien a más previsibles representaciones de plantas y animales.

Hasta el pasado enero Van de Velde exponía de nuevo en este centro malagueño, esta vez un proyecto cinematográfico: The Villagers (2017 – 2019); no se trataba de un relato lineal clásico sino de una suma de fragmentos en los que encontrábamos distintos personajes en lugares inconcretos que se entrelazaban entre sí a través del montaje y la edición de las secuencias.

Este último filme, y también una selección de esos dibujos en los que conviven autobiografía y ficción, forman parte de “I’d rather stay at home…”, la exhibición que ahora le dedica Kunstmuseum Luzern y que presenta también proyectos tridimensionales en cartón, otros trabajos cinematográficos y dibujos realizados con lápices de colores, fotografías y cerámicas. Pueblan su producción héroes imperfectos, investigadores o tenistas que se desplazan por largos pasillos de hotel.

Rinus van de Velde. "I’d rather stay at home…". Kunstmuseum Luzern
Rinus van de Velde. “I’d rather stay at home…”. Kunstmuseum Luzern
Rinus van de Velde. "I’d rather stay at home…". Kunstmuseum Luzern
Rinus van de Velde. “I’d rather stay at home…”. Kunstmuseum Luzern

En el centro de la muestra queda el citado The Villagers y también la más reciente película La Ruta Natural (2019–2021); en el primero, se nos cuentan narraciones ligadas a varias personas enlazadas entre sí por sus nexos con un pueblo de montaña y el clima lluvioso: un aventurero que asa un cochinillo en el bosque, alguien que conduce en medio de la nada y dos artistas, uno que se apropia de una habitación de hotel y otro que pinta al revés en un estudio. La Ruta Natural, por su parte, es el segundo filme en la carrera de este autor y su título es un palíndromo, porque se lee igual hacia delante o hacia detrás. Su protagonista urde un enigmático plan que termina con él inflando un globo rojo sirviéndose de una compleja maquinaria y dejándolo volar; antes lo vemos conduciendo un descapotable azul por un empinado paso de montaña y prendiéndolo luego fuego, tras rociarlo con gasolina.

Ese mismo coche ya aparecía en The Villagers, pero ahora su conductor porta una máscara con el rostro de Van de Velde, como si fuera una marioneta (esa misma máscara la encuentran los espectadores al inicio de la exhibición). Ambos vídeos se proyectan en un bucle sin fin y la exposición remite una y otra vez a ellos, desde su narrativa no lineal: encontramos en dibujos y decorados los mismos protagonistas y, en muchas ocasiones, determinados objetos relevantes solo emergen claramente a nuestra atención tras un segundo encuentro con ellos.

Así, a medida que avanzamos en el recorrido, nos sumergimos cada vez más hondamente en el universo del belga, entre túneles y salas de máquinas que evocan los atrezzos que diseña en su taller con elevado detallismo, del mismo modo que los personajes de sus obras nos recuerdan a figuras (cinematográficas) que perdieron su eco en el tiempo: el héroe introvertido solo en su estudio que se emplea a fondo en la labor de su vida, el taciturno bocazas que se enfrenta a peligros en regiones remotas… Unos y otros nos hacen sonreír al ser conscientes de lo más o menos inútil de sus esfuerzos.

Los dibujos suelen, bien ser materializaciones de ideas o planes de Van de Velde, visualizaciones primeras de sus universos ficticios, o bien captar momentos pseudo-autobiográficos del mismo autor, que adopta en ese paso identidades aleatorias, como la del mismo pintor en su estudio o la de un investigador en canoa, haciendo en el camino uso libre del repertorio histórico-artístico de los estilos pictóricos.

Las cerámicas expuestas, por su parte, ofrecen tintes lúdicos, constituyen obras independientes y hacen referencia irónica a Bob Dylan o a El origen del mundo de Gustave Courbet.

Rinus van de Velde. "I’d rather stay at home…". Kunstmuseum Luzern
Rinus van de Velde. “I’d rather stay at home…”. Kunstmuseum Luzern
Rinus van de Velde. "I’d rather stay at home…". Kunstmuseum Luzern
Rinus van de Velde. “I’d rather stay at home…”. Kunstmuseum Luzern

 

Rinus van de Velde. “I’d rather stay at home…”

KUNSTMUSEUM LUZERN

Europaplatz 1

Lucerna

Del 2 de marzo al 20 de junio de 2021

 

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