El cine en España, misión imposible

El nuevo anteproyecto de reforma fiscal anunciado por el Ministerio de Hacienda es una de las noticias que más comentarios ha provocado hoy en los medios, también en las secciones de cultura. Según éste, las inversiones en producciones españolas de cine tendrán derecho a una deducción del 20% hasta el primer millón de euros, y de un 18% (cifra actual) a partir de ese millón. Se trata de uno de los porcentajes más bajos de Europa (en Francia: del 20% al 40%; en Alemania e Italia: hasta un 40% en Irlanda: 28%; en Reino Unido: del 20 al 25%). Con este panorama, rodar en España y atraer a nuestras localizaciones producciones internacionales será, más que nunca, misión imposible.

De entre los textos y las opiniones que a lo largo del día he podido leer y escuchar, quiero dedicar este píxel crítico al comentario de Antonio Albert en Hoy por hoy, en relación con esta política (escasita) de incentivos fiscales para la producción audiovisual. No puedo estar más de acuerdo con él:

“el gobierno ha apostado por la muerte lenta; lenta, pero segura. Porque, además, se mantiene el IVA al 21%, el más alto de Europa, y se retrasa la aprobación de la ley de mecenazgo, dos de las pocas esperanzas que todavía iluminaban el final de un túnel que se ha derrumbado sobre nuestras cabezas”.

“Vamos a morir todos”:
En toda película de catástrofes que se precie siempre aparece un personaje que, aterrorizado por lo que se le viene encima a la humanidad, grita desesperado “¡vamos a morir todos!” Tras la publicación de los datos de hacienda con respecto a los incentivos fiscales para la producción audiovisual, no hay productor o creador en España que no esté gritando ahora mismo “¡vamos a morir todos!” y no es para menos. La Unión Europea, esa economía con la que se nos compara cuando se quiere hablar de aquello que nos perjudica pero no cuando nos beneficia, ofrece a los rodajes unas desgravaciones que alcanzan el 40%. En España, la mitad. Con este dato, a ninguna productora extranjera le puede interesar invertir en nuestro país: no es rentable, por muchos paisajes hermosos que vendamos en nuestros catálogos turísticos. En un mundo globalizado en el que las coproducciones internacionales no sólo están a la orden del día sino que resultan imprescibles para la supervivencia, el gobierno ha apostado por la muerte lenta; lenta, pero segura. Porque, además, se mantiene el IVA al 21%, el más alto de Europa, y se retrasa la aprobación de la ley de mecenazgo, dos de las pocas esperanzas que todavía iluminaban el final de un túnel que se ha derrumbado sobre nuestras cabezas. Vamos a morir todos. Postdata: si van a ver x-men, quédense hasta el final de los créditos. Primero, porque hay una sorpresa. Segundo, porque podrán leer la información de la productora sobre el número de puestos de trabajo creados: 15.000. Cómo se nota que el gobierno no va al cine, ni siquiera a ver películas de Hollywod, porque no se entera.

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