Ha sido una sorpresa y un reconocimiento a tres décadas de trabajo vinculado a lo artesanal y lo local. El estudio gerundense Olot RCR, cuyos socios son Carme Pigem, Ramón Vilalta y Rafael Aranda, recibirá el Premio Pritzker de este año, y serán los segundos españoles en recibirlo, tras Rafael Moneo, que lo obtuvo en 1996.
Desde que se conocieran estudiando en la Escuela de Arquitectura de Barcelona comenzaron a trabajar como trío, y pese a su reconocimiento internacional nunca han abandonado su sede de Olot. Precisamente el jurado del Pritzker, considerado el Nobel arquitectónico, ha tenido muy en cuenta la convivencia en sus proyectos entre “lo local y lo universal, el respeto por lo existente y la proyección de futuro”. Otros ejes fundamentales en sus proyectos son la atención al paisaje circundante, las líneas minimalistas y su defensa de la idea de que la arquitectura debe contribuir al bienestar físico y espiritual de quien la habita. En su perfil de Twitter, otro de sus lemas: Al proyectar, pensamos en la pregunta que nos formulan, pero si la respuesta no es bella, sabemos que tenemos que continuar.
Sus primeros trabajos los desarrollaron en Olot, que les debe a ellos un auténtico cambio de imagen; después llegaría el salto a proyectos internacionales como el premiado Museo de Pierre Soulages en Rodez (Francia), la Mediateca de Gante, el Centro de Arte La Cuisine en Nègrepelisse o el edificio residencial que acaban de levantar en Dubai. El Pritzker también lo recibirán fuera: en Tokio, el 20 de mayo.
