Nocturno Méndez Blake

El artista presenta su tercera exposición en Travesía Cuatro

Madrid,
Jorge Méndez Blake. Nocturnos, 2016
Jorge Méndez Blake. Nocturnos, 2016

El pasado 19 de noviembre la galería madrileña Travesía Cuatro inauguró “Nocturnos”, tercera exposición individual en sus salas del creador mexicano Jorge Méndez Blake, que continúa sus indagaciones sobre las repercusiones de la literatura en las artes plásticas, entendiendo las obras literarias como potencias espaciales que pueden ser traducidas, o trasladadas, a objetos concretos. En sus trabajos recientes se ha volcado en el estudio del género lírico del nocturno, ampliamente desarrollado en el romanticismo y el modernismo y cultivado por Rubén Darío, Leopoldo Lugones, Federico García Lorca o José Asunción Silva y por el colectivo mexicano de los contemporáneos, integrado por escritores como Salvador Novo, Antonieta Rivas Mercado, José Gorostiza y Xavier Villaurrutia. Este último se sirvió de él a modo de columna vertebral de un libro que ha sido fundamental en la historia de la poesía mexicana del siglo XX: Nostalgia de la muerte.

Los nocturnos tienen en común ser composiciones íntimas: algunos nos adentran en la ciudad de noche, la que menos conocemos, sus personajes solitarios, los escenarios a oscuras de los literatos modernos.

En torno a los nocturnos, Méndez Blake ha querido desarrollar un ejercicio de disección poética. Para este proyecto, titulado precisamente “Nostalgia de la muerte” en homenaje a Villaurrutia, se ha servido de diecisiete nocturnos ligados a la muerte, la soledad, la noche, el deseo, el amor, lo prohibido, el vacío, lo espiritual… asuntos paradigmáticos del género del nocturno y también ampliamente abordados en la poesía moderna en general.

Analizando los versos de estos diecisiete textos y sus palabras más comunes (la noche, el cuerpo, el sueño, el silencio, el mar), el artista los ha dividido en dos grupos de trabajo: una serie de cuatro pinturas de gran formato, en las que ha utilizado cada una de las palabras – incluyendo signos de puntuación –  que los componen y una serie de composiciones que ha elaborado con máquina de escribir sobre papel.
Esas series se complementan en Travesía Cuatro con el proyecto de una plaza que perfectamente podría ser el escenario de un nocturno, un espacio suspendido a medio camino entre el sueño y el deseo.

No es la primera vez que Méndez Blake recurre al análisis y a la síntesis como vías para transformar lo narrativo y lo poético en composiciones visuales, buscando evidenciar de cara al espectador los aspectos materiales que implica el acto de la escritura. También ha dedicado gran parte de su obra a estudiar las bibliotecas como sistemas relacionales en los que se conjugan las dimensiones históricas y culturales de determinados contextos.

Probablemente os suene familiar su obra El castillo (retitulada como El impacto de un libro por algunos), un éxito en redes. En ella el libro El castillo de Kafka, situado en la base de un muro de ladrillos, desequilibraba por completo el conjunto. Es habitual que, en la producción de Méndez Blake, lo pequeño transforme lo grande, en consonancia con el contenido de la novela del autor checo.

 

Jorge Méndez Blake. Nocturno en Travesía Cuatro
Exposición en Travesía Cuatro.

 

Jorge Méndez Blake. Nocturnos (Xavier Villaurrutia)
Jorge Méndez Blake. Nocturnos (Xavier Villaurrutia), 2016.

 

Jorge Méndez Blake. Todos los silencios de los Nocturnos de Villaurrutia 2016 Bajo relieve sobre papel Políptico de 25 piezas de 37.5 x 27.5 cm cada una Pieza única
Jorge Méndez Blake. Todos los silencios de los Nocturnos de Villaurrutia, 2016. Pieza única.

 

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