Desde 2016, la Sala de Arte Joven de la Comunidad de Madrid viene mostrando los proyectos ganadores de la Muestra de Artes Plásticas del Principado de Asturias, tras un acuerdo firmado por ambas regiones y la Fundación LABoral que también posibilita que ahora mismo (hasta el 2 de diciembre) las obras de los seleccionados en los Circuitos de Artes Plásticas de la Comunidad se estén exhibiendo en la Sala Borrón de Oviedo y en el propio centro LABoral de Gijón.
La exhibición de este año se titula “MAPPA”, porque esas son las siglas del certamen asturiano y porque, aunque es difícil encontrar nexos comunes entre los trabajos de los artistas ganadores, probablemente uno sea el ser fruto del afán por cartografiar lo geopolítico en los cuerpos, encontrando lo que tienen de únicamente individual y de compartido.
El ganador en la Muestra fue el venezolano Miguel Braceli, arquitecto de formación y autor de varias obras efímeras pensadas para espacios públicos y para favorecer la participación del espectador. Le interesa dibujar conceptos en el paisaje, colaborativamente y apostando por su reelaboración creativa, y de eso trata su proyecto premiado: Sacar el mar, una performance en la que contó con una treintena de colaboradores en una playa gijonesa, la de san Lorenzo. Todos ellos se convirtieron en metáfora de los esfuerzos que no van a ningún lado (como el de dejar el mar sin agua) y de las tensiones entre la naturaleza imbatible y los humanos tenaces.
Tania Blanco, especialista en grabado y estampación, ha llevado a la Sala de Arte Joven los frutos de dos investigaciones en las que recientemente ha trabajado: una centrada en el juego chino del Tangram, en la que ha mezclado tradición y avances tecnológicos, matemáticas e intuición, por ejemplo en xilografías con corte láser, y otra en la que ha querido aunar la flexibilidad de la papiroflexia y la contundencia de la litografía.
Covadonga Casado es, con tan solo 24 años, la más joven de las ganadoras. Ha retratado, en dibujo y acuarela y en gran formato, a mujeres obesas, y en un tríptico ha combinado sus desnudos con una abstracción en tonos amarillos: esas anatomías rotundas se convierten en bella parte de un discurso plástico que las trasciende. Quien ya había resultado seleccionada en anteriores ediciones de la Muestra de Artes Plásticas del Principado de Asturias es Mariana Heredia, que repite de la mano de un proyecto en el que trabaja desde 2015: Partícula en masas. El subsuelo. Se trata de una agrupación de imágenes y objetos clasificados conforme a un sistema que conjuga intuición y reflexión y que permite superponer capas de significado.
A Noemí Iglesias le preocupa que se esté perdiendo el de los sentimientos. Cursa un Máster en Cerámica en Taiwán y, en su proyecto ganador, El oficio de las flores, plantea si el amor supone hoy lo mismo que ayer o si ha sido banalizado y mercantilizado, equiparado a un efímero bien de consumo. A través de obras en varias técnicas, de la instalación al vídeo, deshoja margaritas y habla de la fragilidad de los símbolos de esos vínculos eternos (mientras duran).
Al penúltimo de los ganadores de la Muestra asturiana que expone en Madrid lo fichamos la semana pasada: nos referimos a Rodrigo Martín, a quien le interesa tanto la geometría como el gesto pictórico. Suele tomar como referentes la abstracción o el expresionismo abstracto, además de sensaciones vitales a las que dota de correspondencias cromáticas. En los últimos años ha venido simplificando sus imágenes, como deja ver en la Sala de Arte Joven. Por último, Mario M. Martínez Peláez (que ya ganó este certamen en 2013) nos enseña Recursivo: un conjunto de cuatro grandes xilografías que llevó a cabo en 2017. Están dedicadas a sus propios defectos, como pensar demasiado.
“Muestra de Artes Plásticas del Principado de Asturias y Premio LABjoven_Los Bragales”
Avenida de América, 13
Madrid
Del 20 de septiembre al 28 de octubre
