Museos de la diversidad cultural, ¿causan recelo por lo genérico de su nombre, o, al contrario, resultan atractivos para un público amplio?
El pasado 5 de febrero se inauguraba en Barcelona su Museo de Culturas del Mundo, que ocupa los espacios de la Casa Nadal y de la Casa del Marqués de Llió, en la calle Montcada, y que muestra al público una parte muy importante del préstamo en comodato durante veinte años al Ayuntamiento de Barcelona de la colección de la Fundación Folch, creada por el empresario Albert Folch y compuesta por cerca de 2 400 objetos de arte llegados de África, Asia, América y Oceanía, además de fondos del Museo Etnológico de Barcelona y de destacadas colecciones privadas catalanas, como la Fundación Arqueológica Clos y la Colección Arqueológica Duran Vall-llosera.
Este centro quiere consolidarse como una plataforma de difusión y conocimiento de la creación artística de culturas de Asia, África, América y Oceanía que otorgue visibilidad al patrimonio que Barcelona y sus coleccionistas han reunido desde finales de los años cuarenta: un testimonio sobre la relación del hombre con el universo, sus creencias y rituales.
Vino a sustituir al Museo Barbier-Mueller de Arte Precolombino, tras la venta de su colección.
El próximo 27 de marzo será Milán quien tome el testigo: ese día inicia su andadura el MUDEC, con 17.000 metros cuadrados y el sello de David Chipperfield en su diseño. Para conocer su colección permanente habrá que esperar a octubre, pero sabemos que estará formada por más de 7 000 piezas entre obras de arte, objetos de uso cotidiano, textiles e instrumentos musicales procedentes de todos los continentes que datan desde el año 2 000 a. C. hasta la primera mitad del siglo XX y que proceden del Medio y Lejano Oriente, Sur y Centro América, África occidental y central, el sudeste de Asia y Oceanía.
Se sitúa en la ex fábrica Ansaldo, situada en una zona industrial prácticamente en desuso en el centro de la ciudad italiana, un área adquirida por el Ayuntamiento en 1990 con el objetivo de transformarla en “ciudad de las culturas”, con talleres, estudios, nuevos espacios de creación y salas de exposiciones.
El MUDEC presentará en su inauguración dos muestras temporales: “África”, dedicada al arte africano desde la Edad Media hasta hoy, y “Mundos en Milán”, que estudiará cómo la ciudad ha acogido y divulgado las diferentes culturas no europeas a través de eventos expositivos históricos: desde las exposiciones de artes industriales en la segunda mitad del s. XIX, hasta su reformulación en las bienales y trienales de los años 20 y 30 del siglo pasado.
En el primer piso del MUDEC, en torno a una extensa plaza central, se ubicará su área expositiva, que albergará obras de la colección permanente y salas dedicadas a las grandes exposiciones temporales. El resto de la planta está ocupada por un teatro con un aforo para 300 personas.
Además, el museo ofrece otros espacios: el Forum Città Mondo, una sala de congresos en la que tendrán lugar debates continuos en relación a las culturas del mundo; el restaurante MUDEC Club, cuya gastronomía también será tan variopinta como los fondos del centro; el espacio MUDEC junior, en el que se desarrollarán actividades destinadas a los más pequeños, y la cafetería MUDEC Bistrot, el MUDEC Design Store y aulas didácticas.
