El Museo de Varsovia celebró entre los pasados días 26 y 28 de mayo su reapertura tras cuatro meses de cierre con un buen número de actividades para todos los públicos dentro y fuera de sus salas: proyecciones nocturnas, iluminaciones de fachadas y conciertos de la Orquesta Sinfónica de la capital polaca que sirvieron para festejar, además de su regreso a la actividad expositiva, sus ochenta años de historia.
Este centro, con sede en la Plaza Vieja del Mercado, en los edificios de las Casas Teneném, cuenta en su colección con 300.000 objetos relativos a la historia polaca. Su misión, según entienden sus organizadores, va más allá de contar esa historia a través de miles de piezas: se pretende que el público pueda conectar los símbolos de las generaciones pasadas y sus tradiciones con las costumbres del presente.
Precisamente la exposición que estrena esta nueva etapa del Museo se nutre de esos fondos y lleva por título “The Things of Warsaw”. Constituye el fruto de estos últimos cuatro años de trabajo por parte de la treintena de comisarios con los que cuenta este centro y recoge tanto obras de arte como elementos cotidianos, todos originales y significativos por su origen, su relación con episodios fundamentales de la historia de Varsovia, la personalidad de su autor o la de su dueño. Los recorridos por la exhibición los irán articulando, a partir del mes de octubre, reconocidas personalidades de la cultura polaca, como Beata Tyszkiewicz, el periodista Jurek Owsiak, el cineasta Jan Komasa y la profesora Maria Poprzęcka.
De los más de 15 millones de euros invertidos en la renovación del Museo de Varsovia, cerca de dos tercios los ha proporcionado el Ayuntamiento de la ciudad; el resto ha corrido a cargo de aportaciones noruegas y europeas. El proyecto de remodelación, bautizado como Rebuilt, se concibió para favorecer la modernización, la conservación y la digitalización de los objetos históricos del centro, así como la realización de la nueva exposición central.
Creado en 1936, este museo forma parte desde 1980 de la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO y de él dependen otros centros externos: el Museo de Varsovia en Praga, el Centro de Interpretación del Patrimonio y el Museo de la Impresión.
