Han pasado 23 años desde que la Fundación Botín pusiese en marcha Itinerarios, su iniciativa para becar a artistas nacionales e internacionales permitiéndoles poner en marcha proyectos personales cuyos frutos podemos conocer posteriormente en la muestra que anualmente organiza en su Sala de Exposiciones. Junto a Generaciones (La Casa Encendida) y los Circuitos de Artes Plásticas de la Comunidad de Madrid, es uno de los proyectos de referencia en nuestro a país en cuanto a visibilización de jóvenes creadores.
En esta ocasión los galardonados han sido cuatro artistas nacionales y cuatro internacionales (Katinka Bock, Regina de Miguel, Adrià Julià, Pedro Neves Marques, Levi Orta, Aleix Plademunt, Letícia Ramos y Oriol Vilanova) y sus trabajos premiados podemos contemplarlos en Santander hasta abril.
Al margen de sus distintos intereses y formatos (abunda la imagen fija y en movimiento), existe entre los proyectos un cierto fondo común: el estudio del entorno y de la huella humana en él desde perspectivas que, sin abandonar lo eminentemente artístico, se acercan en su enfoque a las de científicos o arqueólogos para que las obras presentadas adquieran el cariz de evidencias. En palabras de Benjamin Weil, comisario de esta muestra y próximo director artístico del Centro Botín, algunos de los artistas expuestos cuestionan la importancia del objeto artístico fuera del entorno urbano, y quizás la contribución, en general, de la cultura a esa abstracción de la naturaleza que, a su vez, habría conducido al ser humano a actuar con tanta irresponsabilidad.
Otra tendencia común a buena parte de los creadores actuales se hace presente en los ocho proyectos que ahora exhibe la Fundación Botín: la de concebir tanto las piezas terminadas como los procesos que las han generado como parte de un dispositivo unitario, cuestionando así que la naturaleza de lo artístico tenga que derivar necesariamente en objetos materiales y que la representación haya de ser el eje de la creación. Weil liga esos planteamientos al concepto tan traído y llevado de postverdad: La interpretación, o el sentido, se crea elaborando narrativas que pueden llegar a descartar la relevancia de lo palpable; de ahí que la materialización de los procesos de pensamiento pueda ser una respuesta interesante a esta era de “postverdad” en la que nos hemos adentrado.
DE LA LUNA DE JUNIO A UN ARCHIVO BORGIANO
La alemana Katinka Bock ha llevado a la Fundación Botín Junimond (Luna de junio), un proyecto en el que vincula los parámetros con los que hablamos de la escultura (la forma, la gravedad, la propiedad de los materiales, la copia, la unidad, la construcción y la destrucción) a aquellos con los que nos referimos a la historia (el tiempo y el espacio). Sumergió en el mar cuatro esculturas de cerámica que después fundió en bronce y en torno a ellas y su trabajo en el estudio filmó dos proyecciones en las que subraya cómo esas obras, cilíndricas, son fruto de un doble proceso natural y de estudio.
La malagueña Regina de Miguel presenta quizá su trabajo más negro y alejado de la utopía hasta ahora: Decepción. Se trata de un ensayo audiovisual realizado en Argentina e Isla Decepción (La Antártida) en el que muestra, desde enfoques diversos que abarcan lo personal, lo documental y el terror, sus investigaciones sobre formas microbianas capaces de sobrevivir en condiciones extremas. Aplica a ellas reflexiones sociales y feministas.
Adrià Julià, por su parte, ha seguido los pasos de Hercule Florence, inventor y pionero franco-brasileño de la fotografía, para recrear los procesos que él utilizó y reflexionar sobre los procesos de reproducción, falsificación y copia, y el lisboeta Neves Marques nos muestra Ywy, a androide (Ywy, la androide), un corto sobre sostenibilidad y pensamiento ecológico, mujeres, plantas y fertilidad. También exhibe Aprender a viver com o inimigo (Aprendiendo a vivir con el enemigo), documental sobre el cultivo internacional de soja.
Levi Orta presenta en la Fundación el proyecto de corte político realizado en Beirut Fuck the Proletariat, I want to be the official painter of the Gunther Family (Que se joda el proletariado, quiero ser el pintor oficial de la familia Gunther), una instalación sobre poder, dominación y élites protagonizada por el perro más rico del mundo, mientras Aleix Plademunt exhibe parte de su aún inconclusa serie Matter, un intento de translación visual de los 118 elementos que a día de hoy componen la tabla periódica.
Por último, la brasileña Leticia Ramos se ha movido entre la historia, la ciencia y la ficción para dar forma a Historia universal de los terremotos (una serie fotográfica, un libro y una escultura ligadas a la lucha contra las consecuencias de los seísmos desde el imaginario científico y ocultista) y Oriol Vilanova presenta en Todo y nada postales clasificadas en series y en torno a su escala de colores. Se dedican a artefactos tridimensionales conservados en museos y colecciones y componen una colección inacabable.
Entre 675 candidaturas seleccionaron a estos ocho artistas Mira Bernabéu, Alexandre Estrela, Carolina Grau, Álvaro Rodríguez Fominaya y el propio Benjamin Weil.
Podéis oír a los artistas explicar sus trabajos los días 1 de marzo, 22 de marzo y 5 de abril a las 20:00 horas. Y, si queréis formar parte de Itinerarios XXIV, recordad que ya se ha abierto el plazo de inscripción a una nueva edición de las Becas Botín.
Itinerarios XIII
c/ Marcelino Sanz de Sautuola, 3
39003 Santander
Del 18 de febrero al 16 de abril de 2017
