Será difícil que no estéis enterados, pero recopilamos los datos de la polémica: ayer miércoles, primer día de apertura de ARCOmadrid al público profesional, el Comité Ejecutivo de IFEMA, institución organizadora de la feria, solicitó a la galerista Helga de Alvear que retirase de su stand la obra de Santiago Sierra Presos políticos en la España contemporánea, formada por retratos fotográficos pixelados de Oriol Junqueras, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, entre otros.
El Comité Ejecutivo de IFEMA está formado por la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de la capital, la Cámara de Comercio e Industria y la Fundación Montemadrid, y la decisión de pedir la retirada de esta serie no fue unánime. Tampoco la respaldó el director de ARCO, Carlos Urroz, y ha dado lugar a numerosas acusaciones de censura dentro y fuera del sector artístico por parte de quienes consideran que, al margen de que se comulgue o no con sus planteamientos o se valore o no positivamente la producción política y reivindicativa de Sierra, ha de prevalecer en este caso la libertad de expresión.
En esa línea se ha manifestado el Instituto de Arte Contemporáneo, dirigido por Isabel Durán: El IAC quiere manifestar su repulsa por esa intromisión intolerable y pronunciarse con total claridad y firmeza sobre nuestra inequívoca defensa del derecho a la libertad de expresión.
Tanto este caso como otros recientes que afectan a distintos autores y agentes del campo de la cultura nos alertan de un ambiente creciente de acoso, censura y represión a diversas manifestaciones artísticas y sus autores. Por ello, queremos manifestar una vez más nuestro rechazo a las injerencias en el mundo del arte. Esta vez, contra la libertad de expresión.
Ante la controversia, que no es nueva en ARCO ni refiriéndonos a la obra de Sierra, Clemente González Soler, Presidente del Comité Ejecutivo de IFEMA, ha enviado esta mañana un comunicado a las galerías participantes en la feria en el que, por un lado, recordaba las potestades de dicho Comité (único órgano competente en la evaluación de los contenidos) y, por otro, pedía disculpas (lamentamos y pedimos sinceras disculpas ante la controversia que se ha producido a consecuencia de la petición a una galería de la retirada de una obra, que en ningún caso perseguía ejercer ninguna censura a la creación, aun cuando la percepción pública haya sido esta. No hubo mala fe en esta acción, y aceptamos las críticas recibidas, comprendiendo que debemos evitar en el futuro cualquier circunstancia de esta naturaleza).
