Phoenix, en busca de la identidad perdida

30/06/2015

Phoenix, Christian Petzold

Nos cuenten las historias que nos cuenten sobre el Holocausto, sobre cualquier guerra o episodio trágico, siempre habrá otra más capaz de aportar un punto de vista nuevo, de conmovernos otra vez. La última película de Christian Petzold, Phoenix, que llega tras Bárbara –en la que también nos trasladaba a otro capítulo reciente de la historia alemana, el de las dificultades para escapar de la RDA a comienzos de los ochenta- cuenta la historia de Nelly, una cantante judía que ha logrado, a duras penas, sobrevivir a los campos de concentración y que se enfrenta, una vez acabada la guerra, a la ardua tarea de reconstruirse a sí misma, empezando por su rostro desfigurado por los disparos, terminando por su autoestima y pasando por su matrimonio.

Como suele ocurrir al tratar de regresar a un pasado supuestamente feliz después de una vivencia traumática, ese pasado no es recuperable, y tal vez tampoco llegó a ser nunca como lo imaginamos. Nelly –interpretada por Nina Hoss, actriz a la que siempre asociaremos a Petzold- intenta por todos los medios encontrar su vida anterior, pero de su casa no quedan restos, buena parte de sus conocidos han quedado en el camino y su marido (ya separado de ella) ni siquiera es capaz de reconocerla pese a haber conseguido recuperar un rostro semejantísimo al de preguerra. De hecho pretende servirse de la nueva Nelly para hacerla pasar por su esposa y obtener así al menos parte de la fortuna de la mujer a la que cree muerta.

Phoenix. Christian Petzold

Él pretende enriquecerse y ella pretende recuperarlo y entre ambos va tejiéndose una relación de dependencia descompensada, manejada con mucha delicadeza, que nos resulta tan tierna como repulsiva. Más allá de invitarnos a pensar hasta dónde podemos llegar por amor o por dinero, Phoenix plantea cómo, para las víctimas que sobrevivieron a los campos (incluida la figura, muy importante, de la mejor amiga de Nelly, Lene, su fuerte ángel de la guardia), la guerra no terminó en 1945, porque seguramente todas debieron hacer frente a un conflicto personal largo y costoso para encontrarse consigo mismos, perfilar de nuevo sus cimientos, unos nuevos valores adecuados a unas circunstancias completamente distintas a las previas a su desgracia.

Por si queréis profundizar más, la película está basada en una novela: Regreso de las cenizas, de Hubert Monteilhet. Más alicientes: en el guión de Phoenix colaboró Harun Farocki y la canción Speak low, que se menciona en varios momentos del filme y que Nelly interpreta al final, es una delicia para los oídos (además de contribuir a reforzar el sentido de la historia y a que comprendamos mejor su desenlace).

No es una película cómoda, los diálogos están tan depurados como los escenarios, pero sí muy lúcida, y muy válida, a la hora de ayudarnos a entender el dolor ajeno, el reto al que se enfrenta quien tiene que reinventarse tras ser reducido a objeto.

 

 

2 respuestas a “Phoenix, en busca de la identidad perdida”

  1. masdearte

    Hola Lucía. Gracias por tu comentario y por seguirmos.

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  2. Lucía

    Desde que escuché hablar de esta película hace un par de semanas tengo muchísimas ganas de verla. Gracias por la reseña, como siempre dais en el clavo con vuestra selección.
    Saludos

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Comentarios