Fernández Alvira y el equilibrio entre lo caduco y lo eterno

Sus trabajos recientes pueden verse en Espai Tactel

Valencia,

Uno de nuestros primeros fichados fue Antonio Fernández Alvira; nos explicaba que entre los asuntos recurrentes en su trabajo se encuentran las nociones de representación y fraude visual, la teatralización, la máscara y sus vigencias; también la fragilidad y lo efímero de nuestro entorno y sus símbolos. En sus proyectos solemos encontrar imágenes arquitectónicas estables en nuestro imaginario y por él cuestionadas a partir del trampantojo y el preciosismo, la estética de la simulación y el uso de escenografías. Cuando se sumaba este artista oscense a esa sección, hace casi cinco años, estaba presentando en Espai Tactel “La dernière lueur”, un compendio de instalaciones que materializaban reflexiones que previamente había llevado el papel: pensamientos sobre lo que damos por hecho pero esconde engaño, al igual que construcciones aparentemente sólidas pueden caer.

En esa misma galería valenciana presenta hasta julio “El fluir en lo fijado”: un conjunto de trabajos que nuevamente apelan a lo caduco y lo eterno en un equilibrio difícil, en el que también entra en juego el lenguaje simbólico. Elementos consistentes y precarios componen piezas en las que, sin embargo, el resultado es más que la suma de las partes: observaremos deformadas molduras arquitectónicas de carácter decorativo que sugieren la blandura de la carne y que conjugan, en palabras de Álvaro de los Ángeles, la perdurabilidad de la ruina y el pálpito de lo corporal. A veces sus fragmentos nos los presenta insertos en hierros, como últimos inquilinos de un conjunto mayor.

Antonio Fernández Alvira. "El fluir en lo fijado". Espai Tactel
Antonio Fernández Alvira. “El fluir en lo fijado”. Espai Tactel
Antonio Fernández Alvira. "El fluir en lo fijado". Espai Tactel
Antonio Fernández Alvira. “El fluir en lo fijado”. Espai Tactel

Contemplaremos en Valencia piezas pertenecientes a la serie Elementos para un discurso mayor, fechadas en su mayoría en 2018 y 2019 y expuestas, algunas, el año pasado en Zaragoza: en ellas, los hierros parecen vertebrar el esqueleto de arquitecturas de edificios desaparecidos, solo parcialmente conservados; emulan las partes, en ocasiones, del todo del que derivan. Destaca un trabajo de gran formato dispuesto en estantes metálicos, articulando un almacén de capiteles variados en su tamaño y estilo: no veremos, sin embargo, resto alguno de los fustes de las columnas sobre los que habrían de encontrarse. Sus tonalidades, del blanco más claro al gris oscuro, nos invitan a entenderlos como estratificación de sedimentos.

Dos obras de pared de aquella serie se exhiben junto a otras realizadas in situ en Espai Tactel: presentan estructuras semejantes y las componen pequeñas piezas similares entre sí que dan lugar a dos molduras verticales; una más sencilla y la otra más decorativa, una formada por diez fragmentos y la otra por doce. Al igual que en los anteriores capiteles, esas dos series de módulos nos ofrecen una gradación cromática que evoluciona del claro al oscuro en su tránsito de la parte superior a la inferior. Tanto por su disposición como por ese manejo del color podemos considerar que aborda en estos trabajos Fernández Alvira el carácter complementario y no tan lejano de nociones aparentemente contrapuestas, como las de interior y exterior y luz y oscuridad.

Antonio Fernández Alvira. "El fluir en lo fijado". Espai Tactel
Antonio Fernández Alvira. “El fluir en lo fijado”. Espai Tactel

Como sus anteriores maquetas a escala de edificios dañados o destruidos, víctima del abandono o el caos, que evocaban la melancolía de la morada acogedora en un sentido ancestral, estas propuestas más recientes parten, a menudo, de la búsqueda y la acumulación de los restos de lo perdido, es decir, de nuestras huellas en la historia: supervivientes sobre el hierro, dispuestos en el suelo o apoyados en la pared, se distinguen por sus tonos, gris o rosa carnal. Su montaje viene a recordarnos, asimismo, que los mecanismos expositivos propios de la museología de los bienes arqueológicos pueden contribuir a que nuestra visión del pasado sea la que inconscientemente aún es: una visión sin fisuras, inapelable, difícil de modificar pero amplísimamente cuestionable.

Antonio Fernández Alvira. "El fluir en lo fijado". Espai Tactel
Antonio Fernández Alvira. “El fluir en lo fijado”. Espai Tactel

 

Antonio Fernández Alvira. “El fluir en lo fijado”

ESPAI TACTEL

c/ Caballeros, 35, 2º, p3

Valencia

Del 18 de mayo al 2 de julio de 2021

 

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