Fichados

David Ortiz Juan

David Ortiz JuanNOMBRE: David

APELLIDOS: Ortiz Juan

LUGAR DE NACIMIENTO: Alcoy

FECHA DE NACIMIENTO: 1983

PROFESIÓN: Artista

 

 

Hasta el próximo 18 de junio, podemos visitar en la sala The Green Parrot de Barcelona la colectiva “Uns altres temps / Other Times”, en la que nuestro fichado esta semana, David Ortiz Juan, y también Chiara Camoni, Isa Carrillo, Mariana Caló y Francisco Queimadela, Lola Lasurt, Agustín Ortiz Herrera, Pedro Torres, Laia Ventayol y Cristina Moreno García nos animan a reflexionar sobre nuestras formas de entender el tiempo y sobre posibles alternativas, más próximas a los ritmos naturales o alejadas de la tradicional dicotomía entre naturaleza y cultura. La incertidumbre, nos contará David, es un asunto fundamental en su trabajo, y justamente el tiempo, pasado, presente y futuro, está hecho de ellas; su pieza en esta muestra nos la explicará más adelante.

Con anterioridad hemos podido contemplar la producción de este autor, que reside y trabaja entre nuestro país y México, en la Bienal de Arte Ciudad de Amposta (en la que fue premiado el año pasado), Kunstraum Lakeside, el Salón ACME mexicano, Fabra i Coats, el Centro del Carmen, La Rambleta y la Galería Luis Adelantado de Valencia; en Medrar for Contemporary Art (El Cairo), el State Darwin Museum moscovita, Data Rhei (París), el Espacio Oculto madrileño, la Galerie Juliètte Jongma de Ámsterdam y el MOTI museum de Eindhoven o Tien Tien Circle (Taipei). Además, ha desarrollado residencias en Hangar (en 2018 y 2020) y en la International Academy of Arts Palestine de Ramallah (en 2014).

Ortiz Juan se suma hoy a nuestros Fichados porque queremos saber más de sus creaciones en torno a narrativas vinculadas a desplazamientos y desapariciones, a menudo en relación con el paisaje y abordadas desde enfoques propios de saberes diversos y prestando atención a experiencias en las que se conjuga vivencia y estética.

David Ortiz Juan. mañana niebla, 2020
David Ortiz Juan. mañana niebla, 2020
David Ortiz Juan. mañana niebla, 2020
David Ortiz Juan. mañana niebla, 2020

Según el esquema que conocéis bien, comenzamos preguntándole por sus inicios creativos; nos ha contado David que en su caso no fueron tempranos y que tuvieron que ver con su deseo de desarrollar una actividad personal, atendiendo a inquietudes propias: Tardé un poco. Venía de un contexto muy pragmático y nada artístico, y acabé estudiando una Ingeniería. Aunque ya el primer año me di cuenta que no era lo que quería, la acabé por eso de obtener un título “con salida”, ganar algo de dinero y luego ver qué podía hacer. Después de trabajar un tiempo me apunté a la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Valencia, donde cursé el primer año de diseño de producto y el segundo de diseño gráfico. El tercer año me fui de Erasmus a Holanda y allí acabé la licenciatura en la Artez School of the Arts de Arnhem. Allá el diseño se entendía como un trabajo más personal sin tener en mente un cliente y estaba orientado a lo artístico. Con veintisiete años, algo tarde, me di cuenta de algo muy obvio: que es mucho más interesante trabajar en tus propios intereses que en los intereses de alguien más. Ahí comprendí que trabajar como artista era lo que quería hacer.

En 2013 quise hacer un MFA pero no tenía cuerpo de trabajo sólido todavía como para que me aceptaran, así que acabé matriculándome en el master en diseño (conocido como Think Thank for Visual Strategies) de la Sandberg Institutt de Ámsterdam, ya que tenía fama de ser de todo menos diseño. Me pareció un buen salvoconducto hacia una práctica artística. Fue al inicio de esos dos años cuando realmente me propuse realizarla, aunque tardé un poco más en sentir que podía decirlo en voz alta.

David Ortiz Juan. Construcciones del paisaje, 2018
David Ortiz Juan. Construcciones del paisaje, 2018

A la hora de abordar los temas sobre los que pivota su trabajo, nos cuenta David que más bien crea a partir de sus dudas, sea cual sea el formato que tomen sus obras y citando en el camino a Cortázar. Eso sí, como adelantábamos, sus proyectos suelen articularse a partir de narrativas y búsquedas que tienen como fin último el intentar desentrañarnos: Muchas veces trabajo sobre cosas que me interesan pero que no acabo de comprender del todo. Esto puede ser una idea o tema concreto, pero también una técnica o un aspecto formal. Me cuesta mucho definirme, no acabo de sentirme cómodo en la unanimidad que implican las definiciones y las clasificaciones y me surge un sentimiento como de impostor. Ya sea trabajando con imágenes en movimiento o en una instalación de objetos, incido mucho en la creación de narrativas fragmentadas alrededor de un tema que parece ser el principal, pero que tal vez funciona como hilo conductor de otros temas que se entrelazan y que posiblemente son tan importantes, o más, para el trabajo. La desaparición, el viaje, la posición del outsider y el paisaje son cosas que creo que se repiten a lo largo de mi trabajo. Tal vez porque todo implica cierto estado de búsqueda, de incertidumbre y de ficción que proyectamos. Como dice Johnny Carter, personaje principal del relato “El perseguidor” de Julio Cortázar: “lo único que hago es darme cuenta de que hay algo”. A partir de ahí surge un querer comprender ese algo, a mí mismo y cómo interactuamos.

Como dice Johnny Carter, personaje principal del relato El perseguidor de Julio Cortázar: “lo único que hago es darme cuenta de que hay algo”. A partir de ahí surge un querer comprender ese algo, a mí mismo y cómo interactuamos.

David Ortiz Juan. Collage, 2019
David Ortiz Juan. Collage, 2019

Sus referentes en el camino son múltiples, diversos y cambiantes; literarios y fílmicos; interesan a Ortiz Juan aquellos creadores que trataron de desarrollar miradas propias a su entorno, abriéndose al misterio: Mis influencias son muy diversas y varían con bastante facilidad, depende de momentos y de proyectos que tenga en mente. Soy bastante promiscuo y no tengo héroes ni ídolos, pero sí algunas referencias a las que recurro en casos concretos. Por ejemplo, si quiero escribir algo y veo que no me está saliendo, muchas veces recurro a leer algo de Roberto Bolaño porque me hace querer parar de leer y ponerme a escribir. Digamos que me ayuda a ponerme en marcha.

Recuerdo que uno de mis primeras influencias fuertes fue el dúo formado por João Maria Gusmão y Pedro Paiva, con sus films de 16mm y sus esculturas. Me interesó mucho su propuesta que definían como “ficción filosófica poética”. Cuestionar los límites del mundo perceptible a través de breves y enigmáticos escenarios era algo que me interesaba y me sigue interesando. Últimamente me fascina mucho el mundo creado por Hayao Miyazaki.

David Ortiz Juan. Fingers in the mouth of god mountain, 2019
David Ortiz Juan. Fingers in the mouth of god, 2019

Respecto a sus técnicas habituales, en su producción reciente viene cultivando sobre todo el audiovisual, aunque ha manejado disciplinas diversas en función de sus intereses. Nos explica, también, que la escritura desempeña un papel relevante en sus propuestas: Trabajo en varios formatos o técnicas dependiendo del proyecto y la idea que tenga, desde el texto, el vídeo, la instalación o esporádicamente la pintura, pero sí es cierto que igual el formato audiovisual, ahora mismo, es el más sólido. En un principio me interesó la experiencia cinemática porque consideraba que podía aunar la profundidad de la escritura con la potencia visual de la imagen y su inmediatez poética, o incluso hipnótica. Me gusta escribir y me interesa la producción de narrativas y lenguajes visuales, por lo que se me hacía un paso bastante coherente y natural. Otra de las cosas que me interesaba era la experiencia de salir a filmar, entrar en contacto con un entorno, un paisaje, otras personas. Aquello del viaje y la incertidumbre. Pero hay una parte de edición muy fuerte que implica muchas horas delante de una pantalla, y eso a veces no me es tan agradable. Trato de equilibrar con algunas estrategias como imprimir el material y realizar una especie de edición analógica con las imágenes y textos. También el dibujar, pintar o describir con caligrafías ciertas escenas me ayuda a ver otras cosas, a convivir con el material y lo que tengo en mente.

David Ortiz Juan. Este fuego todos los fuegos, 2020
David Ortiz Juan. Este fuego todos los fuegos, 2020
David Ortiz Juan. Este fuego todos los fuegos, 2020
David Ortiz Juan. Este fuego todos los fuegos, 2020

Al hablarnos de sus principales proyectos hasta ahora, comienza por un filme, mañana niebla, en el que trabajó durante tres años y que le abrió a nuevos intereses. También le valió su premio en la Bienal de Amposta 2020 y se refiere, en último término, a nuestro paradójico y simultáneo deseo de alejarnos de la sociedad sin perder nuestros lazos: Es una ficción que oscila entre la fábula y el diario antropológico, haciendo uso de la poesía como nexo entre las diferentes narrativas que se dan. Esta decisión vino dada, por un lado, por mi interés por la escritura y la antropología, y por otro, por el contexto de la comunidad nahua que vive en la Sierra Norte de Puebla, México, en un entorno de bosque mesófilo. Su escritura en Náhuatl surgió inicialmente en forma de fábula y la poesía, en la década de los 70, cuando un grupo de antropólogos iniciaron unos talleres de de escritura con el propósito de plasmar en papel la tradición oral de su lengua.

Quien nos narra la historia es una flor, ya que estoy interesado en estudios de antropología donde el centro no es el humano y que tienen en cuenta otras entidades naturales. En el libro “How forests think” del antropólogo Eduardo Kohn, se presenta y explora esta idea de una antropología más allá de lo humano, pero casi siempre desde lo animal. Fue durante su lectura cuando me pregunté: ¿por qué no hacerlo desde las flores, desde las plantas? Lo cual tenía sentido en el contexto de mis estancias en la Sierra Norte de Puebla.

Con este contexto, la obra parte de diversas ideas que me interesaban previas a mis estancias, desde la distancia: extractivismo y paisaje; una estructura social basada en la comunidad; el ecosistema natural y cultural del bosque de niebla, con su mitología, costumbres y problemáticas; el impacto de la antropología sobre el lugar que estudio, nombrando y clasificando; la relación entre lengua y biodiversidad, ya que cuando mueren las lenguas, los ecosistemas a menudo mueren con ellas; y otras cuestiones puramente estéticas y escénicas como la niebla, o temas para mí recurrentes como la desaparición.

Esta idea de desaparición, que he abordado desde diferentes ángulos en varios de mis trabajos anteriores, la veo conectada con la creación de identidad, ya no solo a nivel de naciones o grupos sociales, sino también a un nivel, digamos, metafísico, del reconocimiento de uno mismo como individuo y de su sentimiento de pertenencia, a un grupo y a un espacio geográfico.

Tal vez, en el fondo, es una fábula sobre la pulsión contradictoria entre un anhelo por apartarse de todo, dejar de estar en el foco, y la necesidad de estar conectados.

David Ortiz Juan. mañana niebla, 2020
David Ortiz Juan. mañana niebla, 2020
David Ortiz Juan. mañana niebla, 2020
David Ortiz Juan. mañana niebla, 2020
David Ortiz Juan. mañana niebla, 2020
David Ortiz Juan. mañana niebla, 2020

Se refiere también David a Gestos para una arqueología fantasma, en la que profundizó en los procesos que gestan memorias y traumas desde la perspectiva de la historia, la geología y el cuerpo: Presenté, en la Fabra i Coats de Barcelona, una instalación que entendía como una coreografía de gestos y excavaciones que exploraban la relación del sujeto con el cuerpo, el fantasma y la naturaleza. Así, aparecía en el espacio una serie de composiciones con yesos de paisajes y jalones topográficos, y una serie de bloques de yeso con textos “excavados” en ellos haciendo referencias a paisajes físicos y psicológicos.

Me interesaba la similitud que hay entre la arqueología y la ficción en cuanto a que ambas consisten no en hacer ver lo invisible sino en hacer ver hasta qué punto es invisible la invisibilidad de lo visible. De forma menos liosa, de incidir en cómo muchas veces no vemos cosas que tenemos justo ahí delante de nosotros. También me interesaba plantear la figura del fantasma como figura social y reflexionar sobre cómo ciertos fantasmas nos persiguen y cómo podemos lidiar con ellos.

Más tarde dio paso a una serie de pinturas de paisajes abstractos que se expusieron en el Salón ACME de Ciudad de México, siendo la primera vez que mostraba pinturas.

David Ortiz Juan. Gestos para una arqueología fantasma, 2018. Fabra i Coats
David Ortiz Juan. Gestos para una arqueología fantasma, 2018. Fabra i Coats

Sus proyectos recientes pasan, como decíamos, por Barcelona: En estos momentos, y hasta el 18 de junio, se puede ver mañana niebla en la exposición “Otros tiempos” del recién reinaugurado espacio The Green Parrot en Barcelona. En paralelo a la exposición se va a proyectar en el cinecooperativa Zumzeig, junto otras películas de artistas en un programa elaborado por el curador Bernardo de Souza a invitación de Rosa Lleó. Esto será el 7 de junio.

Seguid sus pasos, aquí: www.davidortizjuan.com

David Ortiz Juan. Para recordar, a veces, necesitas otras herramientas arqueológicas, 2018
David Ortiz Juan. Para recordar, a veces, necesitas otras herramientas arqueológicas, 2018

 

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