El lado sensual de Imi Knoebel

Presenta en Thaddaeus Ropac la serie Liaison Astéroïde

París,
Imi Knoebel. Bild 16.02.2016
Imi Knoebel. Bild 16.02.2016

Hacía cinco años que Imi Knoebel no exponía en Francia, los que hace desde que presentó, con motivo del octavo centenario de la catedral de Reims, una instalación permanente formada por seis vidrieras monumentales que fue el primer encargo del artista en un edificio religioso y también el primer proyecto en el que Knoebel trabajó en vidrio.

Desde hoy y hasta el 2 de julio, en la sede en el Marais de la Galerie Thaddaeus Ropac podemos ver las veintidós pinturas de acrílico sobre aluminio que componen la serie Liaison Astéroïde. Se nos presentan agrupadas en paneles geométricos y se distinguen por su composición a la vez precisa y sensual, además de por la calidad pictórica de los materiales y la exploración de las posibilidades expresivas de las distintas combinaciones cromáticas que es habitual en este creador alemán.

El título de la exposición está tomado de un fenómeno real, descrito en un artículo científico publicado en 2014 y relativa al hallazgo de la composición del planeta Itokawa, que se formó a raíz del choque de dos pequeños asteroides muy distintos entre sí. Itokawa, fruto de la fusión de ambos, es un asteroide casi amorfo, parecido a un cacahuete, que en su parte inferior está formado por piedra arenosa y porosa y, en la superior, por piedra granítica y densa.

Knoebel, fascinado por el aspecto de este pequeño planeta, creó esta serie de piezas buscando que la irregularidad y la nula coherencia de las partes de cada obra fuese santo y seña del conjunto. Como ocurre con Itokawa, cada uno de los trabajos que integran Liaison Astéroïde nació del vínculo entre dos fragmentos diferentes de distintos colores: las formas circulares se combinan con las rectangulares sin ruptura, de forma casi orgánica. A causa de esas diferencias entre color y forma entre las partes, nuestra primera sensación como espectadores es la de encontrarnos ante obras estratificadas, tan queridas por el artista, pero las fronteras entre esos estratos han quedado, de hecho, borradas, dando lugar a una superficie lisa y unificada.

Imi Knoebel. Bild 25.02.2016
Imi Knoebel. Bild 25.02.2016

En Thaddaeus Ropac también se exhiben otros trabajos, ocho de la serie Bastards y dos de Flags, así como cinco combinaciones de sus conocidos cuadrados, que se presentan en el atrio de la planta baja y en el primer piso de este espacio. El conjunto evoca una geometría caótica de formas monócromas y bicromáticas.

Con su nueva serie, Imi Knoebel explora una vez más las variedades notables de la reducción y la abstracción de las formas (imposible no pensar en Malevich) y confirma su ya reconocido gusto por la manipulación emocional de la geometría, por dotar de una dimensión de espiritualidad a la materialidad de sus trabajos.

Ya en 2002, Max Wechsler discutió la “la poesía de la exactitud de Knoebel”, un término que alude a “esta presencia de la racionalidad y la irracionalidad, del cálculo y de la intuición, de la razón y la emoción que atraviesa toda la obra del artista”.

Siete pinturas que forman parte de Liaison Astéroïde ya pudieron verse hace dos años en la retrospectiva que le dedicó el Kunstmuseum de Wolfsburg, y puede que algunas también se exhiban en la gran muestra que dedicará al artista el Musée Fernand Léger de Biot, desde el 22 de octubre de este año al 23 de enero de 2017.

 

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