El Estado no pujó por Retrato de una niña de Velázquez

Lo adquirió, por 9,7 millones de euros, un coleccionista privado

Madrid, Zúrich y Nueva York,
Atribuido a Velázquez. Retrato de una niña, 1617
Atribuido a Velázquez. Retrato de una niña, 1617

Hasta hace unos meses, sus propietarios, una familia residente en Madrid y de origen sevillano que lo poseía desde hace un siglo, desconocían que este Retrato de una niña era obra de Velázquez. Al maestro sevillano se lo ha atribuido el experto en pintura antigua Richard de Willermin, por la expresividad de la mirada inocente de la retratada hacia el espectador, el vibrante claroscuro y la tactilidad de la vestimenta: una saya marrón, una blusa blanca y un mantón enrollado en la cintura de un rico color verde.

Todavía esta pintura, datada en 1617 y en buen estado de conservación, no ha sido objeto de estudios técnicos profundos, pero todo parece indicar que Willermin acierta, razón por la que hace días el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte decidió declarar la obra “inexportable”, reconociendo su gran interés para el patrimonio español. Aquella fue, no obstante, una medida cautelar a falta de datos más contrastados sobre la obra.

El retrato fue subastado ayer en la sala Abalarte, el Estado no ejerció sobre él su derecho de tanteo y lo ha adquirido, por 9,7 millones de euros (los ocho de su precio de salida más comisiones) un coleccionista español de identidad desconocida por ahora. Al parecer, la operación estaba cerrada antes de la puja y solo una oferta mayor que no llegó podría haberla frustrado. No ha habido sorpresas, pero podemos calificarla como la subasta del año.

En Zúrich está por ver si habrá récords: en junio la casa Koller, centrada en el arte moderno, contemporáneo y suizo, pondrá a la venta otro hallazgo. Se trata de Monte del Forno, quizá la primera pintura de Alberto Giacometti, fechada hacia 1923-1925. Ha sido redescubierta recientemente en una colección privada del país alpino y él la llevó a cabo nada más mudarse a París y antes de relacionarse con los surrealistas y alcanzar reconocimiento internacional gracias a sus figuras alargadas.

El Monte del Forno domina el valle de Bregaglia en el que el artista nació y en esta obra Giacometti mantuvo la influencia postimpresionista de su padre aunque comenzaba a dar muestra de su estilo personal.

Antes, el 16 de mayo, Sotheby´s subastará en nueva York la considerada primera obra maestra de Egon Schiele: Danaë, realizada en 1909 cuando el artista solo tenía 19 años. Se trata de un desnudo femenino, su primer gran óleo, y podría venderse por entre 30 y 40 millones de dólares.

A pesar de su precocidad, esta pintura ya presenta la estética icónica del artista y resume la influencia del movimiento Jugendstil en su obra inicial. Su composición rinde un homenaje evidente al mentor informal de Schiele, Gustav Klimt, que lo defendió a lo largo de su carrera (y tuvo muchas ocasiones para hacerlo).

Egon Schiele. Danaë, 1909
Egon Schiele. Danaë, 1909

 

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