Ocho años han durado los trabajos de restauración en el Monasterio de Santa Isabel la Real, uno de los edificios más emblemáticos del Albaicín granadino, cuyo magnífico resultado podrá verse y disfrutarse a partir de hoy. Ha sido un proyecto ambicioso, para el que las Hermanas Clarisas han contado con la colaboración de la Fundación Montemadrid, que ha aportado 948.728 euros del presupuesto total de las obras, que ha ascendido a 1.185.910 euros.
Los trabajos, bajo la dirección de Carlos Sánchez Gómez, uno de los arquitectos conservadores de monumentos más reconocidos de España, se han centrado en el retablo, las pinturas murales y el artesonado de la iglesia, así como en el compás de entrada, en la portería de acceso al convento, en la llamada Sala del Granero, en la Puerta Reglar y en otros espacios menores. Entre las grandes sorpresas que se han encontrado a lo largo del proceso está el redescubrimiento de las pinturas subyacentes de la Puerta Reglar y como nueva aportación al conjunto destaca una sala en la que, a través de diversos recursos museográficos, se contará el devenir histórico del Monasterio y su conservación, además de exponer dos maquetas, reproducción a escala de los magníficos artesonados de la escalera principal y el presbiterio.
Santa Isabel la Real fue uno de los primeros monasterios fundado en Granada por la reina Isabel la Católica, en 1504, doce años después de la conquista de la ciudad. Ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad y conserva en su interior la que probablemente sea la mayor colección de arte mueble monástico de Granada.
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