Tras Graduarse en la Escuela de Artes Aplicadas de Oviedo, obtiene, en 1983, el Primer Premio del XIV Certamen de Pintura de Luarca, Asturias, en 1986, la Beca de la Conserjería de Educación y Cultura del Principado de Asturias, en 1988, la Beca para el Taller de la Fundación Binz 39, Suiza, en 1990, la Beca de la Obra Social y Cultural Caja Asturias, en 1992, el Premio en el Concurso para la Integración de Obras de Arte en el Edificio de Servicios Múltiples del Principado de Asturias, realizando, en 1999, esculturas para la Junta General del Principado de Asturias y para el Parque de Europa en Gijón. Su obra, realizada principalmente con cartón ondulado, se enmarca en la tradición post-minimalista. Es así como, mediante la utilización de un material pobre de resonancias industriales y su meticulosa disposición a modo de friso sobre planchas de madera, Rodríguez, evoca el paisaje asturiano: la tortuosa presencia de los estratos minerales en las galerías de las minas de carbón, la suave cadencia térrea de los acantilados costeros. Destacan sus exposiciones individuales en el Museo Barjola, Gijón, y en el Palacio de Revillagigedo, Gijón.