Desde 1976 es profesor de fotografía. Su trabajo se elabora desde el concepto de representación unido al de imaginado, concibiendo la fotografía como una técnica emancipada de las otras artes en busca de una verdad no mimética sino retórica. Humberto Rivas usa la cámara entre la libertad y la fidelidad al modelo, llevándolo a tal extremo que logra la inversión de éstos valores forzando a la realidad, a través del rigor compositivo y la naturalidad, a mostrarse irreal. Su estilo es una parábola visual que ilumina mundos opacos y oscuros para revelarlos a la contemplación de una conciencia receptiva, desplegando una inquieta sensibilidad visual desde la paradoja de la pasividad activa. Destacan sus exposiciones individuales en la Sala Arcs, Barcelona (1991), Galerij Perspektief, Rotterdam (1992), Galería Antonio de Barnola, Barcelona (1994), y la Escuela de Bellas Artes de Huesca (1996).