Recibe, en 1992, la Beca de Colaborador como Artista Ayudante del Taller dirigido por Paco Cortijo, Monasterio se San Clemente, Sevilla, participando, en 1994, en el Taller de Luis Gordillo de los Cursos de Verano de El Escorial. Su obra, de configuración intencionadamente orgánica, retrotrae a un universo explícitamente ambiguo donde la iconografía se diluye en la búsqueda de los procedimientos, en pos de la esencialidad de las formas. Sin abandonar los presupuestos de Motherwell o José Guerrero, Rey, en los parámetros gordillescos, recrea la esencia de la forma, en su evocación del volumen o, lo que es lo mismo, del hueco, en la perpetua traslación de lo infrecuente o, al menos, de lo raro.