Tras licenciarse en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco, obtiene, en 1990, la Beca de Pintores Pensionados de El Paular, Segovia, en 1992, la Ayuda a la Creación Artística de la Diputación Foral de Bizkaia y, en 1993, la Beca de Artes Plásticas de ésta misma institución. En 1994, realiza el Taller de Arteleku dirigido por Mitso Miura y, en 1996, el dirigido por María Luisa Fernández. En 1998, recibe la Beca de Creación en Artes Plásticas de la Fundación BBK, en 2002, la Beca de Artes Plásticas de la Fundación Marcelino Botín, Santander, trasladándose, en 2003, a Nueva York para asistir al Internacional Studio and Curatorial Program. Su obra, fundamentalmente escultórica, es particularmente reveladora de las últimas tendencias contemporáneas. Desde la herencia del surrealismo, el dadaísmo y, sobre todo, de Duchamp, Revuelta, acerca al espectador un universo formal de cuidada elaboración, donde las apariencias se resuelven con efectividad, en el alto nivel de sugerencia de las imágenes y la tactilidad de los materiales empleados. De éste modo, aunando la sugestión poética con el discurso plástico, su obra se sitúa en los límites de la representación y en la paradoja de la inmaterialidad de los sueños.