Comienza a dibujar a la edad de siete años bajo la tutela de un profesor en Ronda, siendo más tarde discípulo del pintor francés Bousquets en Gibraltar. En 1918 se traslada a Madrid para ingresar en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, donde tiene como profesores a Cecilio Plá y a Julio Romero de Torres. Disfruta de la beca de El Paular en 1921 y 1922, partiendo al año siguiente hacia París, donde permanecerá seis años. En la ciudad del Sena continúa con su formación en las academias de Ranson, Colarossi y Grande Chaumiére y entra en contacto con Picasso, quien deja una profunda huella en el pintor. De nuevo en España colabora con sus dibujos en revistas como La Gaceta Literaria, Gallo y Litoral, participando en 1929 en la exposición Españoles residentes en París, organizada por la Residencia de Estudiantes en el Jardín Botánico de Madrid. En 1931 se encuentra de nuevo en la capital francesa, pero no desarrolla su actividad artística (se encuentra trabajando para la Oficina de Turismo de la República) hasta 1938, año en que se integra plenamente en la llamada Escuela Española de París, como lo demuestra su participación en la muestra que el grupo realiza en Praga en 1946. Los siguientes años desarrolla una intensa actividad pictórica exponiendo en Francia (París, Perpiñán, Caen…), México, Inglaterra, Londres, Estocolmo, etc. y por toda nuestra geografía (Madrid, Barcelona, Bilbao, Valladolid…). Peinado ha cultivado el paisaje, el retrato y con gran acierto el bodegón. Cultiva una pintura afín al cubismo donde las formas geométricas se someten a las exigencias plásticas. En los primeros años, sobre el lienzo desarrolla formas de marcados volúmenes y fuerte cromatismo que evolucionan mediante un proceso de síntesis compositiva hacia una esencialización de los contornos y una delicadeza de tonos que caracterizan su madurez pictórica.