Armas silenciosas para guerras tranquilas

Imanol Marrodán se suma al programa Interpretaciones del Museo Oteiza

Alzuza, Navarra,

El Museo Oteiza presenta este verano la décima edición de su programa expositivo Interpretaciones, por el que invita a artistas contemporáneos a reflexionar sobre la obra del escultor vasco y a crear un proyecto que dialogue con ella para exhibirlo en su segunda planta, mano a mano con la colección permanente del centro. Por aquí han pasado Pedro Salaberri, José Miguel Corral,  Iratxe Montero, David Rodríguez Caballero, José Ignacio Agorreta, Koldo Sebastián, Manu Muniategiandikoetxea, Florencio Alonso y Pedro Osé, y el último autor participante es el bilbaíno Imanol Marrodán, muy convencido de que cualquier arte y cualquier acto artístico son política si se plantean desde enfoques verdaderamente creativos e individuales.

La propuesta que ha llevado a Alzuza se titula Armas silenciosas para guerras tranquilas, el mismo nombre que recibió un supuesto documento secreto relacionado con el grupo Bildeberg que data de 1979 pero que se halló, siete años después, en una fotocopiadora de IBM vendida en una subasta. Según ha conocido Marrodán, en ese texto se especifican técnicas de guante blanco para el control social y formulas para predecir el funcionamiento de la economía a partir del dominio de las fuerzas laborales y naturales. Para el artista, esas instrucciones prueban que el modelo económico neoliberal fue un producto diseñado, no sólo a partir de investigaciones sobre economía política, sino de un análisis multidisciplinario en el que convergieron principios de matemáticas, física, química, psicología, biología, medicina, sociología y antropología, entre otras ciencias.

Marrodán ha descontextualizado el título del documento para traerlo a una época cercana a la actual y aplicarla a las investigaciones sobre creación contemporánea que vinculan esta a los avances sociales y políticos y que enlazan lo que llama horizontalización del conocimiento con la igualdad social. Así, el propósito del artista ha sido poner de relieve el hecho de que el arte actual tiene implicaciones prácticas, favoreciendo transformaciones de tipo social, económico y político, y que, vista esa capacidad, tampoco escapa al control de los interesados: en su opinión, la creación es una de las herramientas, junto con la filosofía y la ciencia, que utiliza el poder para prevenir y aplicar los cambios necesarios en la evolución, asistida y controlada, del sistema aplicando las innovaciones convenientes en los momentos adecuados.

Su proyecto, además de invitar al espectador a reflexionar sobre estas cuestiones, tiene como fin generar un marco de conocimiento en el que se evidencien públicamente esos usos de la investigación en torno al arte, una evidencia pública que incluiría abordar el asunto en el ámbito de la educación. Sus pensamientos y estudios sobre el tema los ha plasmado en un diagrama que no quiere cerrarse en sí mismo sino abrirse a investigaciones futuras.

Imanol Marrodán. Armas silenciosas para guerras tranquilas. Museo Oteiza
Imanol Marrodán. Armas silenciosas para guerras tranquilas. Museo Oteiza

¿Y cómo se relaciona Armas silenciosas para guerras tranquilas con Oteiza? No apelando tanto a sus preocupaciones estéticas y espaciales como a su interés por las proyecciones sociales del arte; según Marrodán Oteiza abandonó su propósito experimental sobre el vacío y la desocupación en la escultura para trabajar en otras aplicaciones y actividades antropológicas, sociales y políticas, defendiendo la firme convicción del uso y función del arte, la creatividad, como motor de progreso y evolución para impulsar cambios positivos en el sistema social. He aquí la relación fundamental, el vínculo que existe entre mis investigaciones y la filosofía de Jorge Oteiza: “Las aplicaciones del pensamiento creativo”.

Lo que podemos ver en el Museo son siete obras que el bilbaíno ha llevado a cabo desde 2011 hasta este mismo año: cuatro esculturas que conjugan lo orgánico y lo tecnológico y que él llama artefactos, el citado diagrama, titulado Proyecto personal; la intervención Revelar y Rebelar y una pieza que solo puede contemplarse dentro de un congelador: Nieve de la cima del Anboto, la más estrecha y radicalmente relacionada en la muestra con las indagaciones de Oteiza sobre el espacio desocupado. Al implicar una ruptura con el ciclo natural del agua, también llama nuestra atención sobre la necesidad de entablar relaciones sostenibles con la naturaleza.

Imanol Marrodán. Armas silenciosas para guerras tranquilas. Museo Oteiza
Imanol Marrodán. Armas silenciosas para guerras tranquilas. Museo Oteiza

 

 “Armas silenciosas para guerras tranquilas”

FUNDACIÓN MUSEO JORGE OTEIZA

c/ de la Cuesta, 24

Alzuza, Navarra

Del 1 de junio al 30 de septiembre de 2018

 

 

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