Arancha Goyeneche al ritmo de las cuevas

Presenta en el Museo de Altamira “Territorio de luz”

Santillana del Mar,
Arancha Goyeneche. "Territorio de luz" en el Museo de Altamira
Arancha Goyeneche. “Territorio de luz” en el Museo de Altamira

Hace tres años, el Museo de Altamira inició un ciclo expositivo dedicado a entablar diálogos entre el arte prehistórico que guardan las cuevas y la creación contemporánea, muestras dedicadas a jóvenes creadoras que se han completado con proyectos ligados a la danza y el teatro para abrir nuevas vías de acercamiento al pasado en el territorio propicio de este centro.

Tras Sara Morante, Concha García y Teresa Correa, a partir de hoy se suma a este ciclo Arancha Goyeneche con “Territorio de luz”, una propuesta comisariada por Noemí Méndez que, además de evocar nexos entre la pintura expandida de esta artista y la vida paleolítica, quiere invitarnos a reflexionar sobre los roles y la cotidianidad de las mujeres que habitaron las cuevas.

El trabajo que Goyeneche presenta en esta ocasión no se vincula tanto con los trazos rupestres de Altamira como con la cueva en sí, entendida como espacio que fue habitado y que se imbricó en un territorio con el que sus moradores entablarían relaciones más que prácticas, seguramente también emocionales. Los fluorescentes que exhibe en Santillana del Mar remiten a los colores del paisaje en este entorno, y la artista nos invita a experimentar ante esas tonalidades y ante su evolución en el tiempo sensaciones quizá parecidas a las de nuestros antepasados, siendo partícipes de esa vertiente emocional, sin fecha, de la naturaleza.

Con ella y también con las mujeres que habitaron Altamira se vinculan los vinilos adhesivos que componen ritmos, melodías cromáticas. Goyeneche ha explorado los objetos creados por las comunidades que vivieron en el lugar, dedicadas a la caza y la recolección, y ha buscado en ellos ecos femeninos: esos vinilos enlazan aquí con las series de líneas grabadas en los bordes de cuatro delicados colgantes de hueso de hace 18.000 años. Son 28 sus incisiones, así que aluden, según estudios científicos, al ciclo lunar y al femenino (seguramente también al cuenteo del tiempo en un sentido más extenso). Conviene recordar que buena parte de la obra anterior de Arancha también tiene que ver sutilmente con la observación, tan primaria e instintiva como nuestra, del transcurso de las estaciones y el paso del tiempo y con sus huellas en el paisaje y en los individuos.

Podemos encontrar en sus trabajos puntos cardinales, colores propios de amaneceres y puestas de sol, coordenadas geográficas y, desde luego, un tratamiento significativo de la luz; luz que en Altamira buscaban a través de antorchas, lámparas de tuétano o grasa u hogares excavados en la tierra y que, con sus llamas nunca estáticas, modificaba su percepción de las figuras de las paredes. La que emplea Goyeneche transforma nuestra visión de los espacios y sirve aquí para entablar comunicación con el pasado.

Arancha Goyeneche. "Territorio de luz" en el Museo de Altamira
Arancha Goyeneche. “Territorio de luz” en el Museo de Altamira

 

 

Arancha Goyeneche. “Territorio de luz”

MUSEO NACIONAL Y CENTRO DE INVESTIGACIÓN DE ALTAMIRA

c/ Marcelino Sanz de Sautuola, s/n

Santillana del Mar

Cantabria

Del 6 de marzo al 3 de junio de 2018

 

 

 

Una respuesta a “Arancha Goyeneche al ritmo de las cuevas”

  1. José Lorenzo Galería

    Hola, buenos días: me gustó mucho este artículo. es una información muy completa e interesante. Gran trabajo. Te invito a visitar mi blog dedicado al arte. Yo tengo una Galería de Arte en Santiago de Compostela. Muchas gracias. Saludos cordiales. Seguimos en contacto.

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