Quienes estéis pendientes del certamen Fotopres de La Caixa y de los talentos que descubre en el campo de la imagen documental, quizá recordéis al dúo Aquellos que esperan, que fue seleccionado en la 19ª edición de esta convocatoria por un proyecto multiformato y con vocación de desarrollarse en el tiempo en el que buscaban documentar la vida diaria en el barrio madrileño de Orcasur, que tuvo su origen en poblados de viviendas sociales construidos como provisionales en la década de los cincuenta.
Durante bastantes años, la zona padeció carencias claras de infraestructuras y también olvido institucional, de hecho ya en los setenta cerca del 90% de las viviendas no contaban con agua corriente y en los ochenta este fue uno de los barrios de la capital más azotados por la heroína. Aún hoy, el nivel de renta en Orcasur es notablemente inferior al del conjunto de la ciudad de Madrid y continúan los problemas ligados a la marginación.
Corría el año 2014 cuando Larrondo y Sánchez fueron seleccionados en aquel Fotopres y habían empezado a documentar el día a día de algunos habitantes de Orcasur dos años antes, desde una mirada que quería ser de turista, desprejuiciada. En su inmersión, llegaron a vivir allí, notando que periferia no equivale a alquileres baratos. Desde entonces, su interés por los suburbios, por su microclima social y su relación con los centros urbanos ha crecido y ha madurado y los ha llevado más allá de Usera: hasta el próximo enero, presentan en la tercera planta de CentroCentro “La misma indiferencia”, una exhibición en la que comparten salas, estructuradas en capítulos, imágenes de esa periferia madrileña y de La Courneuve, una banlieu de París.
Los paralelismos son claros y evidentemente no son (solo) cosa de la globalización. Mostrándonos las arquitecturas, el asfalto y las caras de los vecinos, los dos fotógrafos nos invitan a pensar en hasta qué punto incide en la cotidianeidad de las personas, en su identidad y en sus formas de pensar y sentir los barrios donde viven, tomando como caso específico esas torres de vecinos absolutamente iguales que parecen avisperos dejados de la mano de las instituciones o apenas atendidos.
No quieren proponernos tesis definidas, lecturas concretas, sino invitarnos a reflexionar sobre las repercusiones emocionales del urbanismo a partir de una suma de fragmentos que debemos leer en conjunto. El asunto es delicado porque ellos se alejan con contundencia del terreno del tópico, de hecho uno de sus propósitos ha sido poner de relieve cómo, junto al desempleo o la delincuencia, periferias como las de Orcasur o La Courneuve se enfrentan al peso de unas creencias discriminatorias, arraigadas dentro y fuera de sus barrios, tan difíciles de combatir como las necesidades materiales.
Encontramos tanto retratos de vecinos como imágenes de espacios urbanos, muchos nocturnos, pero unas y otras fotografías hablan, explícitamente o no, de personas, de cómo el entorno se cuela en nuestras grietas y de que esas circunstancias no tienen fronteras. Dicen los autores: Nos acercamos a seres humanos con todas sus contradicciones, violencias e incertidumbres, preguntándonos cómo es posible que lugares con historias multiformes presenten tantas semejanzas y al mismo tiempo susciten la misma indiferencia.
Sus imágenes, seleccionadas para esta exhibición por la comisaria Sandra Maunac, hablan por tanto de relaciones humanas: entre vecinos de una misma periferia, entre estos y los del resto de la ciudad, que suele darles la espalda pese a tenerlos a tiro de piedra, y entre quienes tienen en común vivir en barrios marginados aunque sea a miles de kilómetros.
La muestra forma parte del proyecto de intercambio cultural Tándem París-Madrid, organizado por los consistorios de estas ciudades y el Instituto Francés.
“La même indifférence. Tándem París-Madrid 2017”
CENTROCENTRO. PALACIO DE CIBELES
Plaza de Cibeles, 1
Madrid
Del 20 de octubre de 2017 al 14 de enero de 2018
