Marco Godoy. La distancia que nos separa

Ganador de la convocatoria Primera fase, expone su proyecto en la Sala de Arte Joven

Madrid,

Hay muchas formas de levantar barreras y de mantener distancias, ya sean físicas –principalmente vinculadas al territorio– o ideológicas. Muchas de ellas son invenciones que el ser humano ha creado tradicionalmente para su protección o como limitación de una propiedad privada y es posible pensar que en un mundo como el actual, tan globalizado y mediatizado, la mayoría de estas distancias ya no tengan sentido, y aún así se mantienen vigentes, arraigadas en el imaginario contemporáneo. Hoy en día, algunas tratan de camuflarse, se adornan, parece que pudieran llegar a disiparse vestidas con otra piel, pero no dejan de ser una realidad maquillada. A partir de esta idea, en concreto del fenómeno británico del enclosure –surgido a partir del siglo XVII con la puesta en marcha de las Leyes de cercamiento, por las que las parcelas, antes dispersas y explotadas colectivamente por pequeños agricultores, pasaron a ser propiedad de particulares, agrupadas y cerradas mediante vallas– el artista Marco Godoy presenta en Madrid “La distancia que nos separa”. En este proyecto, Godoy aúna dos temas de su interés, por un lado el uso de esas vallas, premeditadamente ornamentadas, tan usuales en Reino Unido –que siendo defensivas funcionan igualmente como elemento decorativo– y, por otro lado, los aspectos sociales relacionados con la forma en la que se construyen los límites, la idea de superioridad y las formas de poder.

Marco Godoy. Arquitecturas de la intimidación. Instalación, módulos de valla, acero, 2017. Sala de Arte Joven Comunidad de Madrid
Marco Godoy. Arquitecturas de la intimidación, 2017

“La distancia que nos separa” es además el proyecto ganador de Primera fase, un nuevo programa de apoyo al arte joven (menores de 35 años) y producción artística de la Comunidad de Madrid y DKV Seguros. Entre las recompensas, además del premio en metálico que DKV aporta para la producción de obra, está el poder realizar una exposición individual en un espacio institucional de referencia en la creación emergente, como es la Sala de Arte Joven, y su posterior itinerancia.

Lo que encontramos en la muestra, comisariada por Ana García Alarcón, son una serie de fragmentos de rejas, colocados a ras de suelo y en los que, pese a su carácter represivo y violento, destaca el componente estético de los elementos, algunos de ellos siguiendo modelos de la naturaleza, como plantas o flores. Todas son piezas inéditas y están realizadas a partir de auténticas vallas defensivas procedentes de espacios públicos y privados, obtenidas en varios países del norte de Europa. Las hay de acero, hierro y plástico duro. Muchas están pintadas, amplificándose la sensación plástica que nos distancia del conflicto al que, no obstante, siguen aludiendo, y eso le permite al autor crear un clima de confrontación sin que se genere un rechazo de entrada. Es por eso que Godoy no emplea nunca imágenes explícitas, ni aquellas utilizadas por los medios, porque su principal interés es crear el entorno adecuado en el que ideologías contrarias o modos de pensar diferentes ante hechos muy concretos sean capaces de encontrar un espacio común desde donde razonar y exponer sus puntos de vista. Esto sucede también con otras piezas de la exposición como Acts of caring, que muestra un coche procedente de un alunizaje, o Imágenes recurrentes. Disturbios en el sur de Londres 1981.1985.1995. 2011.

Resulta ciertamente desasosegante pasear entre el campo de vallas intervenidas que Godoy ha instalado en las salas, pues, aunque sacadas de contexto, siguen siendo objetos que entrañan peligro; pero pueden tener también algo de terapéutico y logran su objetivo de hacernos pensar en esas distancias y divisiones, en las que el artista ve un reflejo de otros aspectos de segregación en la sociedad contemporánea. Del acto de cercar nace también la necesidad de liberar esos espacios y, a veces, un gesto tan sencillo como abrir un hueco en una valla permite crear un nuevo lugar de recreo y de unión. Resultado de este tipo de acciones son obras como Ejercicios de geometría (abriendo ventanas), realizada con trozos de malla que han sido eliminados de vallas urbanas intervenidas por el artista en el espacio público.

r_marco_godMarco Godoy. Ejercicios de geometría (abriendo ventanas). Valla, acero, 2017. Sala de Arte Joven de la Comunidad de Madrid
Marco Godoy. Ejercicios de geometría (abriendo ventanas), 2017

Este proyecto en torno a la creación de fronteras físicas y psicológicas se culmina con un potente vídeo, titulado La distancia que nos separa, en el que el actor que lo protagoniza va planteando cuestiones muy interesantes sobre los bordes, desde los de nuestra propia piel a otros como los pasaportes, e incluso las diferencias de salarios entre mujeres y hombres…

Como complemento a la exposición se ha editado un libro catálogo con textos de Ana García Alarcón y Jesús Carrillo, que incluye también una entrevista con el artista y una selección de obras anteriores, lo que nos permite tener una visión más amplia de todo su trabajo, en el que dominan las cuestiones de índole política y social. Poder, activismo y protesta son temas recurrentes en la producción de Marco Godoy (Madrid, 1986), como también se verá a partir del 1 de febrero en La Casa Encendida, donde el artista presentará La ficción del poder, incluida en la próxima edición de Generaciones.

 

“Marco Godoy. La distancia que nos separa”
SALA DE ARTE JOVEN DE LA COMUNIDAD DE MADRID
Avda. de América, 13
Madrid
Del 25 de enero al 4 de marzo de 2018

 

 

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