Muchos caminos: pie, paisaje y cultura

El MUSAC ofrece visiones contemporáneas del Camino de Santiago

León,

Dice David Le Breton en uno de sus ensayos, Elogio del caminar, que caminar es vivir el cuerpo y pensar el cuerpo es pensar el mundo. Es una de las razones por las que, cuando todos los cuerpos se dirigen al mismo destino, sus experiencias no necesariamente tienen relación.

León es una de las paradas imprescindibles del Camino de Santiago Francés, el canónico y el elegido por la mayoría de los peregrinos (una posibilidad entre más de diez vías, y creciendo) para llegar a Compostela, y el MUSAC dedica, hasta el próximo septiembre, la muestra “Muchos caminos” a explorar cómo casi medio centenar de creadores contemporáneos han estudiado la relevancia de la Ruta Jacobea en los territorios por los que pasa y en aquellos que lo han recorrido desde un enfoque muy amplio, tan diverso como las razones que motivan hoy a los peregrinos a la hora de echarse a andar.

Natividad Bermejo. Las estrellas de la tierra
Natividad Bermejo. Las estrellas de la tierra/ Firmamento-Papilo Peranthus / Halley, 2006. Colección MUSAC
Enrique Carbó. Nocturno 1 en Causiat, 2002. Cortesía del artista
Enrique Carbó. Nocturno 1 en Causiat, 2002. Cortesía del artista

Los proyectos que Manuel Olveira, director del MUSAC y comisario de esta exhibición, ha seleccionado inciden en el peso cultural, antropológico, histórico y espiritual del Camino en los paisajes y pueblos que atraviesa y sobre todo prestan atención a las experiencias físicas e internas que conocen los peregrinos durante sus pasos, desde la Edad media y la expansión cristiana hasta la actualidad. Sobra decir que en torno a él han nacido y evolucionado formas muy distintas de hospitalidad y monumentos artísticos de primer orden y que, además, el Camino es quizá un emblema de cómo un hecho de origen religioso puede evolucionar hasta ser absorbido, integrado y querido por quienes abrazan formas muy distintas de espiritualidad ajenas a la devoción católica e incluso por quienes optan por permanecer ajenos a cualquier creencia.

Son 88 las obras contemporáneas que expone el MUSAC, el doble de las que presentó la Real Academia de España en Roma cuando acogió esta misma exposición en los últimos tres meses de 2017. Pertenecen a 46 artistas y entre ellas encontramos, fundamentalmente, vídeos y fotografías, aunque el de “Muchos caminos” es un extenso montaje en el que también tienen cabida pinturas, esculturas e instalaciones. Algunas de las obras se relacionan con el Camino de Santiago en sí, otras con los paisajes que cruza, el arte al que ha dado lugar, la historia de las religiones o la historia, sin adjetivos, de los lugares que atraviesa. Por último, algunos trabajos se vinculan con la realidad del medio rural al que el Camino de Santiago es tan cercano y de ellas podemos extraer lecturas vastas y actuales en relación con el galopante problema de la despoblación.

Son tres, de hecho, los apartados en los que se estructura la muestra, destinados a estudiar la relación del Camino de Santiago con la necesidad humana intrínseca de ir más allá de lo que le es conocido; con el deseo, también común a casi todos, de encontrarse con uno mismo a través del acto de caminar y, por último, con los acontecimientos históricos que han determinado el Camino tal como lo conocemos hoy.

Bleda y Rosa. Cielo de invierno, 1998
Bleda y Rosa. Cielo de invierno, 1998

Entre las obras que vinculan el Camino a la búsqueda natural de ensanchar conocimientos y de buscar la superación individual o el perfeccionamiento espiritual encontramos las de José Val del Omar, Roland Fischer, Humberto Rivas, Roman Signer, Francisco Leiro y Esther Ferrer; los proyectos de Juárez y Palmero, Nina Rhode, Mapi Rivera o Gabriel Díaz vinculan cuerpo humano y paisaje, naturaleza interior y naturaleza exterior, y las obras de Bleda y Rosa, Jorge Barbi, José Luis Viñas, Concha Pérez, Jesús Palmero o Cristina Pimentel no vinculan tanto el Camino a la geografía y al espacio como al tiempo, para ahondar en las batallas que a lo largo de su trazado se han producido desde la Reconquista hasta los actuales esfuerzos por mantener ciertas tradiciones frente a la presión del turismo, pasando por las contiendas de la Guerra Civil y el posterior abandono del campo.

Manuel Martín. Bajada de la virgen del Camino, 1961. Cortesía del artista
Manuel Martín. Bajada de la virgen del Camino, 1961. Cortesía del artista

Eugenio Ampudia recuerda en el MUSAC su participación en el proyecto ArsItinere en 2010 (año jubilar): siete nubes creadas con helio y pvc hicieron de su mano el Camino de Santiago, transformando su caminar y el paisaje que atravesaba; Javier Ayarza expone una selección de su serie fotográfica La siesta del fauno, dedicada a la duermevela que parecen atravesar tantas zonas rurales de Castilla y León; Bleda y Rosa presentan también, en Campos de batalla, imágenes de los que fueron escenarios bélicos en el Camino y Enrique Carbó ha llevado a León fotografías en las que se acerca a los Pirineos desde una óptica ascética y austera.

El palentino Francisco Felipe muestra una instalación sonora titulada El Camino y 5 palos o bastones con los que ha realizado varias caminatas y de Esther Ferrer recordaremos la performance Se hace camino al andar: partió del Puente de Piedra de Logroño para recorrer la zona vieja de la ciudad siguiendo los pasos de los peregrinos, dibujando una línea en la que marcaba sus pasos, pero no su destino. Varios espontáneos la acompañaron motu proprio.

Xurxo Lobato, por su parte, presenta en León imágenes de algunas Plazas Mayores de localidades del Camino, subrayando su valor en el conjunto del entorno urbano y la memoria que evocan y también veremos parte del material del proyecto Una capilla en el Camino de Santiago, una intervención a medio camino entre la escultura y la arquitectura a cargo de Francisco Javier Sáenz de Oiza, José Luis Romaní y Jorge Oteiza planeada en 1954.

Recibió el Premio Nacional de Arquitectura aún cuando no llegó a materializarse: consistía en una estructura laberíntica jalonada por frisos escultóricos de Oteiza y sobre la que se suspendería una gran malla metálica. Debía situarse en los campos de Castilla y funcionar “como un condensador de energía en el paisaje”.

Concha Pérez se centró en las fotografías de su serie Ultreia e Suseia en el lado más vacío y anodino de la ruta, mientras Mapi Rivera hace hincapié en su misticismo. A casi todo planteamiento le corresponde en esta muestra su reverso, su opción b.

Para completar estas propuestas, “Muchos caminos” se acompaña en el MUSAC con un extenso programa de actividades paralelas: un taller y una performance de Esther Ferrer, un concierto de música medieval o una performance colectiva que coincidirá con el equinoccio veraniego.

No es la única muestra que el MUSAC abrió el pasado 20 de enero: en el Proyecto Vitrinas nos presenta, hasta el 3 de junio, “Destrucción / Reacción”, una presentación temática de una selección de los fondos de su centro de documentación acompañada de la obra Emergency Observer Trip, de Fernando Sánchez Castillo, que también pertenece a los fondos del centro leonés.

 

“Muchos caminos. Imágenes contemporáneas del Camino de Santiago”

MUSAC

Avenida de los Reyes Leoneses, 24

León

Del 20 de enero al 2 de septiembre de 2018

 

 

 

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