Jan Fabre hecho performance

El CAAC de Sevilla presenta su primera retrospectiva española

Sevilla,
Jan Fabre. "ESTIGMAS. Acciones y performances 1976 - 2017" en el CAAC
Jan Fabre. “ESTIGMAS. Acciones y performances 1976 – 2017” en el CAAC

Semanas después de que se presentase en los Teatros del Canal su controvertido Monte Olimpo, que ya pasó por Sevilla, Jan Fabre ha regresado a la capital andaluza, una ciudad que dice admirar, para mostrar allí “Estigmas”, un repaso a las performances y acciones que ha desarrollado desde mediados de los setenta hasta el año pasado.

Se trata de la primera retrospectiva dedicada en nuestro país al artista de Amberes –expuesto en España fundamentalmente en galerías, como Espacio Mínimo y Javier López– si bien se centra, como decimos, en su faceta como performer, dramaturgo y artista de acción. Comisariada por Germano Celant y organizada en colaboración con el MAXXI romano y el LIMA holandés, cuenta tanto con proyectos individuales (La performance del dinero, Ilad de la sala de arte Bic, Sanguis/Mantis o la reciente Soy un error) como con proyectos desarrollados en colaboración con otros artistas, como Ilya Kabakov o Marina Abramovic, pero también con científicos (Edward O. Wilson y Giacomo Rizzolatti) y filósofos (Dietmar Kamper o Peter Sloterdijk).

Una de las primeras instalaciones de Fabre, Objetos para domar y para combatir (1978), fue el punto de partida a la hora de plantear la arquitectura ideada para el montaje de esta antología, que puede verse en la Zona Monumental del CAAC. Aquella instalación se componía precisamente de las herramientas que había empleado para desarrollar la performance del mismo título, dispuestas en su mesa de trabajo: una hoja de vidrio apoyada sobre dos caballetes de madera.

De ese modo, en el museo veremos maquetas de estudio, dibujos, elementos de vestua­rio, fotografías, películas, grabaciones de vídeo y material de archivo de las performances y acciones desarrolladas por Fabre en las últimas cuatro décadas sobre mesas iguales a aquella, entre las que el espectador tiene que transitar trazando su propio camino. El conjunto se completa con fragmentos de los Diarios nocturnos de Fabre, algunos interpretados por el actor Israel Elejalde en el Teatro Central sevillano con motivo de la inauguración de la exposición, el pasado 22 de marzo.

Por más que los escenarios y el movimiento la doten de una fuerza particular, la obra performativa de Fabre está profundamente imbricada en su obra plástica, como las alas a una mariposa, tal como a él le gusta decir.

Abre fuego en el CAAC, nunca mejor dicho, Robos y peleas, proyecto nacido de los materiales obtenidos por el belga en hurtos en viviendas: a veces utilizaba lo que se llevaba, otras veces lo vendía para comprar nuevos materiales. También están aquí los punzones, navajas o destornilladores que usaba para colarse donde no debía.

Tras esta obra, el resto se han agrupado en seis secciones dedicadas a los intereses fundamentales de Fabre, pero su articulación no ha sido estricta, de modo que conviene al visitante hacerse con un plano que ordene, hasta cierto punto, sus búsquedas y sus movimientos por las cuatro salas en las que pueden verse, en total, 800 objetos.

En el apartado Gángsteres y metamorfosis se repasan algunas de sus acciones callejeras, como su homenaje en el Louvre al ladrón Jacques Mesrine, su conversión en Fred Astaire o su paseo con traje de carne en Yo soy un hombre esqueleto.

La sección Arte bic repasa sus acciones con la tinta de esos bolígrafos, tan poco costosas como efectistas, mientras que El dinero y el mundo del arte revisa sus performances más críticas con el funcionamiento del mercado del arte y el poder de la riqueza, como Performance del dinero, que tuvo remake (en ella zampó, rompió o quemó papel moneda) o El acto creativo de Hitler, en la que hace de los creadores dictadores. Hay que recordar que Fabre solo realiza sus acciones una vez –su cuerpo lo agradece– y que ama el género porque no puede comerciarse con él.

La sangre y el cuerpo, por su parte, recuerda sus proyectos con sangre, muchos efectuados en homenaje o en colaboración con otros autores (sus dibujos con ella se inspiran en las obras de maestros flamencos anónimos sobre la flagelación) y Ciencia y experimento también cobra un cariz corporal al explorar el artista hasta dónde podía llegar con su cuerpo, convirtiéndolo en objeto y hasta lijándolo. Pone punto y final al recorrido el documental de 2013 Doctor Fabre Will Cure You, de Pierre Coulibeuf, en el que se subrayan las conexiones entre algunos de los proyectos antes expuestos. Y estos tienen el cuerpo como eje: este es el hilo argumental de sus investigaciones, el sujeto y el producto de sus trabajos en el ámbito performativo. Por eso, y porque en arte un cuerpo suele ser todos los cuerpos, la obra de Fabre puede asombrar, extrañar o desconcertar pero nunca dejar las cejas en su sitio.

 

 

Jan Fabre. “ESTIGMAS. Acciones y performances 1976 – 2017”

CAAC. CENTRO ANDALUZ DE ARTE CONTEMPORÁNEO

Cartuja de Santa María de las Cuevas

Avenida Américo Vespucio, 2

Sevilla

Del 23 de marzo al 2 de septiembre de 2018

 

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