Eamonn Doyle. Inmersos en la ciudad contemporánea

Fundación MAPFRE recorre la trayectoria del fotógrafo irlandés

Madrid,
Eamonn Doyle. Exposición en la Fundación MAPFRE. Del 12 de septiembre de 2019 al 26 de enero de 2020
Eamonn Doyle. End. (serie) Cumberland Street, 2015

Comenzamos la semana con la presentación de “Eamonn Doyle”, la primera exposición de la temporada en Fundación MAPFRE, a la que en unos días se sumará “El espíritu de una época: Boldini y la pintura española de finales del siglo XIX”, completando así su programación de otoño en Madrid.

Eamonn Doyle (Dublín, 1969) es un artista de media carrera que en los últimos años ha cosechado un gran éxito como fotógrafo, después de haber dedicado una buena parte de su trayectoria profesional a la música electrónica, como intérprete y compositor pero también como fundador del sello Dead Elvis, primero, y de D1 Recordings, después. Este último llegó a convertirse en un influyente sello discográfico y en el motor de toda la producción artística de Doyle, pues vinculado a los discos, conciertos y festivales se fue generando un interesante material gráfico elaborado junto al diseñador Niall Sweeney, amigo desde la universidad –y comisario de esta muestra–, con el que ha seguido trabajando de manera continuada en exposiciones, publicaciones y películas. A este tándem profesional se unió posteriormente el músico David Donohoe, que ha intervenido en numerosos proyectos de Doyle, como Made In Dublin o su serie más reciente, K.

En 2011, un tanto desencantado de la parte administrativa de la industria musical y como consecuencia del descenso de ventas de discos, Doyle decide volver a la fotografía (especialidad en la que se había formado en el Dun Laoghaire College of Art & Design, entre 1987-1991) y lo hace recogiendo todo aquello que ve desde la puerta de su casa, en el número 147 de Parnell Street, y en los alrededores. Esta ubicación privilegiada en el centro de Dublín, y su uso estratégico del recorte y de los encuadres, le permite registrar momentos de quietud y de energía frenética, experimentando tras el objetivo el ritmo de la ciudad y las dinámicas de flujo de las personas. Esa idea de ritmo y secuencia que parece más propia de la música es completamente trasladable a la fotografía de Doyle, que reconoce que para él no hay tanta diferencia entre hacer una u otra. Afirma que en ambos casos has de establecer unas herramientas y unos elementos con los que trabajar y una vez que tienes esa base te dejas llevar hasta ver qué surge.

Eamonn Doyle i (serie) no. 36, 2013. Exposición en la Fundación MAPFRE. Del 12 de septiembre de 2019 al 26 de enero de 2020
Eamonn Doyle. i (serie) no. 36, 2013

Metido ya de lleno en el mundo de la fotografía, en 2014 autoeditaría, a través de D1, i, el primer libro de la llamada “Trilogía de Dublín” y gracias a que Martin Parr dijo de él que era “el mejor libro de fotografía de calle que había visto en una década” la fama de Doyle comenzó a crecer, pasando a formar parte de la nómina de artistas de la Michael Hoppen Gallery de Londres. Esta serie, en la que estaría representada la ciudad del pasado, nos recibe a la entrada de la exposición, protagonizada por figuras solitarias y silenciosas en su día a día en la calle O’Connell de Dublín, aparentemente ajenas al mundo que las rodea. Los detalles de las telas, las texturas, la forma en la que cada personaje hace su ya la calle y su presencia en el paisaje geométrico de esta son algunas de las claves de i. Un segundo espacio de la muestra nos sumerge en ON, su siguiente serie, que lograría un éxito similar a la anterior y en la que el uso del plano contrapicado nos presenta una visión de la ciudad mucho más agitada y en constante transformación.

Una pared, al fondo de la sala, recoge 36 de las más de 1000 fotografías que forman parte de la serie Visita de Estado, con las que Doyle documenta tapas de alcantarilla revisadas para la visita de Estado a Irlanda de la Reina Isabel II en 2011, cada una con sus marcas y garabatos para señalizar que han sido controladas por las fuerzas de seguridad y revelar cualquier manipulación. A través de la identificación de esas señales el artista rastreó a los distintos agentes en sus desplazamientos por la ciudad. Pero será la invitación a participar en los Rencontres d’Arles 2016 lo que propicie el lanzamiento definitivo de la carrera de Doyle, que tuvo como resultado la instalación inmersiva y el libro End., para el que David Donohoe compuso un conjunto de piezas musicales interconectadas, siendo este el primer proyecto de colaboración integral Doyle-Sweeney-Donohoe, poniendo en marcha un modelo de trabajo colaborativo que mantienen en la actualidad. La ciudad de End. parece estar atrapada en un inquietante bucle de pasado, presente y futuro y las calles parecen empujadas y arrastradas por fuerzas invisibles que hacen que los ciudadanos se muevan en una danza colectiva inconsciente.

Niall Sweeney se refiere a Made In Dublin, el quinto de los proyectos presentados en la exposición, como “un collage rítmico de una ciudad en constante transformación”. Nueve pantallas que cambian constantemente sobre una ciudad en movimiento, sin que ninguna combinación se repita nunca, se despliegan en paralelo mediante el movimiento de personas atrapadas en el tiempo y en el espacio. En esta ocasión, Doyle contó con la colaboración del escritor irlandés Kevin Barry, que puso la voz a la composición cuadrafónica de David Donohoe.

Eamonn Doyle. Exposición en la Fundación MAPFRE. Del 12 de septiembre de 2019 al 26 de enero de 2020
Eamonn Doyle. ON (serie) no. 35, 2014
Eamonn Doyle. Exposición en la Fundación MAPFRE. Del 12 de septiembre de 2019 al 26 de enero de 2020
Eamonn Doyle. K (serie), 2018. Sala Bárbara de Braganza. Fundación MAPFRE, 2019

Una planta más abajo la sensación inmersiva se intensifica ante las imágenes que componen la serie K, en la que la música de Donohoe basada en un keen o canción tradicional irlandesa de lamento, de 1951, cobra un papel esencial. Esta es una serie personal y muy emotiva que Doyle había comenzado siguiendo un impulso de salir de la ciudad y fotografiar la costa oeste de Irlanda pero que tras la muerte de su madre tomaría un curso distinto, aunque paralelo. Si la idea original era retratar una serie de figuras espectrales envueltas en unas telas de distintos colores y materiales y ver cómo los fenómenos climatológicos y la luz en los acantilados afectaba a esas formas amortajadas, la obra acabó convirtiéndose en una especie de meditación y de duelo por la muerte de su madre. Al mismo tiempo, tras el fallecimiento, Doyle encontró un gran número de cartas que su madre había estado escribiendo de manera constante a su hermano, fallecido 18 años antes y de cuya muerte nunca logró reponerse. Superponiendo todas las cartas el artista creó una obra estratificada que también podemos ver en la muestra y que, en cierto modo, conecta con los encajes que aparecen en algunas de las fotografías.

Parte de esta serie ha sido producida por Fundación MAPFRE, dentro de su programa de apoyo a fotógrafos para la realización de nuevos trabajos fotográficos en España. Ese es uno de los motivos por los que Doyle viajó a Extremadura para finalizarla, tejiendo una conexión entre el pueblo marinero de Connemara y los de la península ibérica y el norte de África.

Con un total de 153 fotografías que recorren su producción desde 2011 hasta la actualidad, 5 fotolibros y una videoinstalación de 9 pantallas, esta es la mayor exposición realizada hasta la fecha de Doyle. Lo que más sorprenderá a los asiduos a esta sala será el gran tamaño de las fotografías y la disposición de las mismas, muy diferente a lo que solemos ver allí. Y es que tanto en el montaje como en el diseño del catálogo, que ha sido elaborado como una obra colaborativa, han intervenido directamente Doyle y Sweeney, dejando su personal, ritmico y armonioso sello.

 

“Eamonn Doyle”

FUNDACIÓN MAPFRE. SALA BÁRBARA DE BRAGANZA

C/ Bárbara de Braganza, 13

Madrid

Del 12 de septiembre de 2019 al 26 de enero de 2020

 

 

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