Hace tres años, la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid puso en marcha el programa Abierto por Obras para difundir entre el público los proyectos de investigación, conservación y restauración de bienes culturales que lleva a cabo.
En sus dos ediciones anteriores han participado de la iniciativa 4500 personas, y en esta ocasión, dada la rapidez con que suelen agotarse las plazas, se ha ampliado la oferta a 3500 inscripciones. Este año el monumento que podremos conocer a fondo será el Monasterio Cisterciense de San Bernardo, en Alcalá de Henares, ejemplo representativo del Barroco temprano en la Comunidad de Madrid que se encuentra en pleno proceso de restauración: se está interviniendo en su iglesia al completo.
Las visitas guiadas se desarrollarán de lunes a viernes durante los meses de julio y agosto, son gratuitas y se realizarán en grupos de hasta treinta personas para garantizar la seguridad tanto de los participantes como de las obras en el Monasterio. Se efectuarán tres sesiones de lunes a jueves y dos los viernes.
¿Os gustaría participar? Se requiere inscripción previa en la página web del programa, que se activará el viernes 1 de julio a las 12:00 horas.
EL MONASTERIO DE SAN BERNARDO
Fue construido bajo la dirección de Juan Gómez de Mora y se encuentra en las proximidades del Palacio Arzobispal de Alcalá y del Convento Dominico de Teólogos de la Madre de Dios, actual Museo Arqueológico Regional.
La fachada de su templo, realizada en ladrillo con adorno de piedra caliza y berroqueña, anuncia con sus tres puertas —la central más grande— una iglesia de tres naves. Sobre el frontón puede verse una estatua de San Bernardo atribuida al escultor portugués Manuel Pereira, autor también de las tallas de la iglesia de la Compañía de Jesús en la calle Libreros.
El incendio del contiguo Palacio Arzobispal en 1939 afectó al Monasterio e hizo imprescindibles diversos proyectos de restauración, como la recuperación de la cúpula bajo las directrices del arquitecto José Manuel González Valcárcel. La linterna que la corona fue restaurada en 1980 por Manuel Barbero Rebolledo.
El monasterio poseía, además de la iglesia, la zona de celdas, un claustro mayor y uno menor, el coro alto y el coro bajo, una sala capitular, dos sacristías, cocina, despensa, bodega, portería, locutorios y una pequeña hospedería.
